martes, 15 de julio de 2008

Crónica del pájaro que da cuerda al mundo



Se llama Crónica del pájaro que da cuerda al mundo. Es de un escritor japonés, Haruki Murakami, para mí desconocido, hasta el momento.

Lo cierto es que es un libro de unas novecientas páginas, que devoro ávidamente. Comencé a leerlo hace una semana y he leído más de la mitad.

Mi amiga, cuando me lo regaló por mi cumpleaños, me advirtió: "A mí me gustó, es una ralladura, pero creo que te gustará". A ambas nos gustan "las ralladuras", y lo cierto es, que los protagonistas de la historia son lo suficientemente "curiosos" como para haber aparecido en alguna de mis historias vomitadas alguna noche de insomnio y resaca.

Me he enganchado a este libro poco predecible, aunque ya me estoy oliendo el tema principal de la trama. Creo que ya sé lo que le ocurre a Kumiko, la mujer del protagonista, pero no lo desvelaré aqui, a ver si acaba resultando como en Abre los ojos, cuando a mitad de la película y con el cine abarrotado, dije con un tono algo más elevado del que debería: "a ver si va a estar congelado..." No quiero estropear la trama de este libro, que animo a leer a cualquier persona dispuesta a leer algo "distinto".

Ayer mientras caminaba por los interminables pasillos del metro, pensaba en ese libro que llevaba en la mano y me hacía más agradable el viaje en el atestado vagón, por cierto, de pie -esta vez nadie se apiadó de una incipiente embarazada, quizás debería haber hecho más evidente mi barriga-. Pensaba en que la forma de escribir, de expresarse, de este autor japonés me estaba influyendo de tal manera, que si escribiera algún relato ahora, saldría impregnado de su manera de contar historias. Hacía tiempo que no me ocurría. Demasiado... desde que leí El amante, de Marguerite Duras.

sábado, 12 de julio de 2008

Nuevas sensaciones


"Te noté un poco fría", me dice recordando el momento de la ecografía. No es frialdad. Es escepticismo. No quiero hacerme ilusiones. Sólo es eso. Pero parece que no hay motivo para preocuparse. En la ecografía no se ha visto nada alarmante. Mide 5 cm. El pliegue nucal es el normal, tiene nariz, orejas, dos brazos, dos piernas, y un corazón que late a 166 latidos por minuto. Aún no abemos si es niño o niña, y la verdad es que nos da igual. Ya hemos pensado un nombre para cada caso.

Recuerdo las palabras de una amiga, que había pasado antes por esta experiencia: "Es el único momento en el que he tenido dos corazones". Y, realmente, es algo tan extraño...hasta el momento, lo que he notado han sido náuseas, mareos, ardores, ganas de hacer pis cada dos horas y...Unos dolores fuertes y punzantes en el útero, que al principio, me alarmaron y provocaron una consulta a urgencias, pero que más tarde comprendí que era el interior de mi cuerpo adaptándose a esta nueva situación... El dolor duraba un día o dos, y cuando cesaba, mi cuerpo había cambiado: la tripa se había hinchado un poco más y había aparecido un bulto en el estómago, justo bajo los pechos.

Tengo demasiada tripa. Ayer, por primera vez, una chica me cedió su asiento en el metro... Me da miedo engordar demasiado. Debo controlar las comidas. Sólo estoy de tres meses y tengo una tripa considerable... espero que se trate de que mi cuerpo se ha adelantado a hacer el hueco y después no aumentará tan rápido.

Aún estoy asumiendo esta nueva situación. Esta noche me he despertado con el llanto del bebé de algún vecino y he pensado en las noches sin dormir que nos esperan si todo va bien.

Realmente, es una sensación extraña sentir que hay un ser vivo dentro de ti.

Mamás y Papás: Una realidad que no debemos olvidar...

Una joya en el corazón de Madrid