martes, 29 de abril de 2008

Murieron en el intento

Las mariquitas fracasaron, o mejor dicho, murieron en el intento. Creo que se intoxicaron con el agua jabonosa que había echado antes sobre las plantas... Lo bueno es que parece que los pulgones tampoco sobrevivieron al agua jabonosa. Es una pena...me hacía ilusión tener mariquitas en la terraza.

Sigo en estado hiperactivo, y tengo la impresión de que los días que se avecinan serán peores...

domingo, 27 de abril de 2008

Guerra en mi jardín


Hace tiempo que me ha dado por "crear" plantas. Y digo crear porque me gusta plantar sus semillas o esquejes y ver qué pasa. Algunas otras las he comprado porque me resultaba complicado hacerme con semillas o esquejes. Muchas las he regalado, pero aún así, mi jardín particular se compone de: cinco aguacates (todos por plantación del hueso), un poto, un anthurium, dos troncos del Brasil, una gardenia jazminoide, cuatro coleos que están germinando ahora, una buganvilla, enredadera campanilla, cuatro pimientos, cuatro tiestos de menta, 8 girasoles, dos tulipanes, un don diego... y creo que no se me olvida nada...

He descubierto que me relaja plantar y ver cómo las plantas germinan hasta crecer vigorosas y saludables. Sin embargo, las plantas de la terraza me traen de cabeza desde que entró en casa la buganvilla. Se trajo consigo una plaga de pulgones que la dejó sin hojas y se extendió a los pimientos, tulipanes, y recientemente, a los girasoles. Lo único que no tocan es la menta que, a su vez, ha sido atacada por mosca blanca...

Mi primera reacción, tras observar a los pulgones devorando mi buganvilla, fue recurrir al insecticida, que los hizo desaparecer en un primer momento, pero después volvieron con fuerza renovada. Comencé entonces a visitar páginas web y comprendí que mi primer impulso, aunque por lo que leí, muy frecuente, había sido equivocado, por lo que comencé a utilizar, los que me parecieron, los mejores remedios y más biológicos.

Planté dos dientes de ajo para repelerles, pero sólo sirvió para que los ajos germinasen y ahora tengo dos ajos compartiendo tiesto con la buganvilla.

Opté entonces por una mezcla de jabón lagarto y agua, que ha sido lo que más ha mantenido a ralla a los pulgones durante el invierno. Sin embargo, con el estallido de la primavera y el brutal brote de flores y nuevas ramas de la buganvilla, los pulgones han hecho su aparición, y no tanto en la buganvilla, que también, pero principalmente, en los pimientos, en los girasoles, en un nuevo aguacate y en los don Diego, y eso sí que no lo tolero...

Así que he tomado una decisión drástica. Hoy he soltado ocho mariquitas en mis plantas, por lo que se supone, según las páginas web consultadas, que ahora mismo se tendría que estar produciendo una masacre en mi jardín...

martes, 22 de abril de 2008

Viviendo en paralelo



- ¿Qué tal está la abuela?
- Bien, -dice mi madre al otro lado del teléfono-. Está a mi lado, salúdala si quieres.
Tras unos breves segundos, escucho la voz de mi abuela, tan jovial como siempre.
- ¿Qué tal?, -me pregunta.
- Muy bien, abuela, ¿y tú que tal?
- Bien, he llegado hoy de Vivero.
- Ya lo sé. ¿Qué tal el viaje?
- Bien, he visitado a mis amigas.
- Muy bien entonces. ¿Estás contenta?
- Sí, pero a mí me gustaría quedarme allí, en mi casa...
Llegados a este punto de la conversación, nunca sé qué decir. El corazón me da un vuelco y me muerdo la lengua, para no decirle que Vivero está a más de 600 kilómetros del lugar en el que ha estado hoy.

Hola recién estrenado blog



He llegado por casualidad a este mundo bloggero. Principalmente, por temas laborales, y curiosidad, que de eso voy sobrada...
Hablando de curiosidad, es curioso cómo me siento estos días. Desde hace días, tengo la sensación de que la fuerza se me va por los poros. Me levanto cansada, con desgana, intento animarme, me arrastro... aunque todo el mundo me ve moviéndome con el ritmo trepidante y la energía de siempre. Les parezco la misma, pero no lo soy.
No dejo de pensar. Creo que todo es culpa de mi creatividad. Demasiada creatividad, demasiadas ideas...
Hace tiempo que no escribo, y eso es malo. Escribir siempre me ha ayudado a organizar las ideas. Ahora estoy desorganizada. Intento poner orden, pero me resulta imposible. Nunca acabo cumpliendo con mis "deberes". He entrado a hacer tantas cosas, que ahora me obligo a continuarlas. No, no me obligo a continuarlas. Me obligo a ser la mejor. Me obligo a continuarlas y a sacar el sobresaliente. "La chica 10" me llaman algunos, y no precisamente por mi físico, si no por mis exigencias conmigo misma. Siempre tengo que ser la mejor, y me machaco cuando no lo soy en algo. Me asaltan las dudas, y la inseguridad, y paso a ser un cero a la izquierda, para mí misma.
Los demás me siguen viendo "la chica 10". Pero yo sé que no lo soy.
Creo que tendré que retomar la costumbre de escribir, a ver si así me organizo y vuelvo a ser "la chica 10".

Mamás y Papás: Una realidad que no debemos olvidar...

Una joya en el corazón de Madrid