tag:blogger.com,1999:blog-54266297854032319832024-03-06T06:31:33.389+01:00Bandua circularSi supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol.
Martin Luther KingBanduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.comBlogger79125tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-11470801421354189102023-11-17T20:56:00.001+01:002023-11-17T21:49:51.462+01:00Lucy<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhH80ilVpejiqF6m9KwQDOjHpKApSLAfUlB8bl4k2zHvFEhKUWujgfozWM2MZ1s6oik0qQJ62AsuSg6g2BtMMOjawYosXmT_L4EUuIPjxDAkzKFVH-y5dRBBWADnXyIxY6XzbWJ2spMWwS2lHy8GeXt2lVobrNKexWtC60WUTZVmnSrqCuoeH-nO0hO4UAX/s1080/IMG_20231117_214244.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1072" data-original-width="1080" height="318" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhH80ilVpejiqF6m9KwQDOjHpKApSLAfUlB8bl4k2zHvFEhKUWujgfozWM2MZ1s6oik0qQJ62AsuSg6g2BtMMOjawYosXmT_L4EUuIPjxDAkzKFVH-y5dRBBWADnXyIxY6XzbWJ2spMWwS2lHy8GeXt2lVobrNKexWtC60WUTZVmnSrqCuoeH-nO0hO4UAX/s320/IMG_20231117_214244.jpg" width="320" /></a></div><br />Cuando vi en Facebook aquella bola de pelo blanco que una protectora pedía que alguien adoptará, supe que tendría que ser yo. Para mí era tan claro, que incluso no me importó el desacuerdo de mi pareja en ese momento, el padre de mis hijos. Yo me encargaría de ella, como hacía con el acuario. <p></p><p>Fue mi hijo Adrià quién le puso el nombre en el veterinario cuando fuimos a recogerla. Lo dijo de manera espontánea cuando le pregunté cómo la llamaríamos. Lucy. </p><p>Recuerdo esa pequeña hurona albina, de apenas un mes, durmiendo sobre mis piernas, al volver a casa en el coche. Compartiríamos juntas más de nueve años de nuestras vidas. Hace unos días tuve que tomar la triste decisión de ayudarla a morir, al verla sufrir y escuchar esos gemidos de dolor casi constantes los últimos días. "Nueve años y medio para un hurón son muchos años", me dijo la veterinaria al otro lado del teléfono tras decirme que los resultados de los análisis arrojaban que Lucy tenía múltiples patologías de las que no podría recuperarse y la estaban haciendo sufrir.</p><p>Entre medias de esos dos días, tenemos miles de anécdotas...cuando en un descuido salió de casa y la encontré en el portal, después de haberla buscado desesperada durante unos minutos; cuando desapareció dentro de una madriguera de conejo para salir interminables minutos después por otro agujero; cuando paseábamos por la calle con ella sentada en mi hombro; cuando intentaba asomar la cabeza por mi bolso al entrar con ella en un hotel a hurtadillas; cuando mordió el tubo del lavavajillas; cuando destrozaba las mangueras de la terraza de casa de Carlos; cuando intentaba beber el agua del acuario; cuando se tiró un bote de barniz encima mientras yo pintaba los muebles, cuando escondía los estropajos debajo de la almohada en mi cama; cuando arrastraba por toda la casa los peluches de los niños, que le triplicaban el tamaño; los recorridos de obstáculos que le preparaba Carlos en su terraza... Y los sobresaltos de los últimos meses, cuando cayó dentro del dispensador de comida y no podía salir, y cuando se quedó atrapada dentro de la bañera, durante no sabemos cuántas horas.</p><p>Todos esos recuerdos estallaban en mi mente mientras las lágrimas me nublaban la vista la otra tarde en la clínica. Había pasado allí la noche para que los veterinarios la evaluasen a primera hora de la mañana y estuviera controlada con medicación que pudiera aliviar el dolor. </p><p>Me la dieron dormida, envuelta en una toalla. Fue despertando poco a poco, y se removió, intentando bajar a la mesa de la consulta, y de allí quiso bajar al suelo, y todavía corrió un rato por la consulta, olisqueando el suelo, y abrió una de las puertas con el hocico y salió corriendo por el pasillo...y en ese momento pensé que quizás podría llevármela de nuevo, que podría estar conmigo aún unos días más, pero hubo un momento en el que dejó de correr. Se quedó quieta en el suelo. La cogí en mis brazos. Temblaba. La envolví en la toalla, bostezó, cerró los ojos, de nuevo los quejidos..."Lucy, Lucy..."-la llamé, pero no abrió los ojos.</p><p>La sedaron en mis brazos. La besé la cabeza...esa bolita de algodón blanco y suave...la pequeña Lucy. Una mezcla de emociones...y ser consciente de la gran pérdida que tuve hace algo más de un año en mi vida, y que no he sido capaz de asumir, ni de afrontar... Algo totalmente inesperado, igual de rápido, y estando presente mientras ella se iba, en medio de un gran dolor, y la incredulidad de que algo así pudiera estar pasando. Sin poder hacer nada para evitarlo, sólo pudiendo asistir a su marcha. Ella que cuidó tanto de Lucy cuando yo no podía llevármela de viaje. Mamá, ¿por qué?. ¿Por qué tan rápido?. Tantas cosas por vivir todavía...Nunca me arrepentiré lo suficiente de no haber podido compartir más momentos contigo.</p>Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-3546832090733853312023-10-19T17:24:00.000+02:002023-10-19T17:24:04.527+02:00A todas las ex de mis sucesivas parejas<p><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;">Tu ex no te dejó por mí. Tu ex te dejó porque hacía mucho tiempo que vuestra relación estaba completamente muerta. Una relación muere por muchas razones, y siempre los dos implicados han puesto de su parte en ese crimen.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0.0pt; margin-top: 0.0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Imagino que para ti será más fácil echar la culpa a la aparición de una tercera persona. La tercera persona siempre es la única culpable, por supuesto, que ha "hechizado" a tu ex pareja para convencerle de quedarse con ella. Siempre es más fácil echar la culpa a una tercera persona, que analizar el proceso de desgaste de la relación que ha terminado, por supuesto, encontraríamos que tenemos parte de culpa en que la relación muriese, y eso no nos gusta. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0.0pt; margin-top: 0.0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0.0pt; margin-top: 0.0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Lo que nos gusta es echar la culpa a nuestro ex y a la nueva pareja, y por supuesto, utilizar a los niños y a las niñas como herramienta de destrucción masiva contra su padre y la nueva relación. Son unos expertos en chantajes emocionales. Lo han sufrido desde pequeños, desde primera línea, como espectadores de la relación enferma en la que vivían sus padres. Incluso, su madre lo ha usado contra ellos. Y ahora ellos lo ponen en práctica. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0.0pt; margin-top: 0.0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0.0pt; margin-top: 0.0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Enhorabuena. Has conseguido que tus hijos crean que la relación enferma en la que vivían sus padres es la normalidad. Si una buena terapia no consigue corregir esa circunstancia, repetirán el mismo patrón de conducta con sus parejas y con sus hijos. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0.0pt; margin-top: 0.0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0.0pt; margin-top: 0.0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Siento decirte que no estás arruinando sólo tu vida, sino también la de tus hijos, aunque creas que con este uso, estás consiguiendo destrozar la vida de tu ex pareja. Todo lo contrario. Tu ex pareja está feliz de haberte perdido de vista, ahora te ve sin la venda que se había puesto durante tantos años. Ahora ve cómo le manipulaste y cómo le hiciste sentir culpable cada vez que no cumplía tus deseos. </span></p>Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-82226776456935935492023-08-26T16:20:00.002+02:002023-08-26T16:20:45.127+02:00En medio de una crisis<p><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;">Hace mas de un año que llevo viviendo una crisis personal y laboral. </span></p><p><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;">La crisis personal comenzó cuando decidí dejar la relación de pareja en la que había estado durante ocho años. Una relacion intensa en la que se habían producido pérdidas de confianza, que la había convertido en una especie de tortura para mí. Tampoco era buena para mis hijos, que estaban viviendo el resultado de cómo una mala separación afecta a unos niños, no a ellos, sino a los hijos de mi pareja, con los que convivían parte del tiempo. Mis hijos han tenido la suerte de que su padre y yo somos personas razonables, que siempre les hemos protegido de nuestros posibles desencuentros a nivel ex pareja.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0.0pt; margin-top: 0.0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Poco después comencé una relación a distancia con una persona que vive a 1200 km, y que también se encuentra inmerso en una separación muy complicada, y casi calcada a la de mi anterior pareja. Eso ha supuesto muchas dudas para mí. Estar juntos supone un esfuerzo importante a niveles organizativo, económico, y de desgaste emocional, por encontrarse él en medio de la lucha para sentirse libre de iniciar otra relación de pareja, después de una separación con un chantaje emocional constante, con niños también de por medio que se utilizan como herramienta de tortura. Otra ex mujer que me sitúa como culpable de su desgraciada vida. Ciertamente, voy acumulando una buena colección de mujeres que desearían que no existiera.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0.0pt; margin-top: 0.0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0.0pt; margin-top: 0.0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">A esto se une la muerte de mi madre, repentina, de una pancreatitis aguda que nadie vio venir porque ella soportó los síntomas durante días sin decir nada. A la enorme pérdida, puesto que era el pilar de mi familia, se une un padre totalmente dependiente a nivel emocional y de autonomía doméstica, que se queda solo, y a pesar de que cuenta con el apoyo mío y de mi hermano, y una persona que va cada día a ayudarle con las tareas domésticas, su chantaje emocional es constante. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0.0pt; margin-top: 0.0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0.0pt; margin-top: 0.0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">En cuanto al ámbito laboral, he conseguido recientemente incorporarme a mi anterior puesto, dejando por fin las responsabilidades que he arrastrado durante más de tres años, y que había supuesto que dejase mi vida familiar y personal en un segundo plano. Mis hijos están muy contentos de haber recuperado a su madre. No ha sido fácil poder cambiarme, y lo he logrado gracias al apoyo de personas clave, a las que les estaré eternamente agradecida.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0.0pt; margin-top: 0.0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0.0pt; margin-top: 0.0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Ahora mismo me encuentro en el aeropuerto, esperando el avión que me llevará a Basel. Después de viajar una o dos veces al mes durante más de un año, me he hecho una experta en equipaje, colas de speedy boarding, y retrasos. Sé donde están todos los cargadores de móvil, los sandwiches más comestibles y los mejores duty free. Mi inglés ha mejorado notablemente, siendo el idioma en el que me comunico con mi pareja, porque es alemán, y ni él habla español ni yo hablo alemán. Estoy haciendo una inmersión completa en la cultura alemana y suiza, porque él trabaja en Suiza y lo frecuentamos bastante. Estoy conociendo muchos nuevos lugares, paseo por la selva negra como si estuviese en el parque lineal del Manzanares.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0.0pt; margin-top: 0.0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0.0pt; margin-top: 0.0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">A nivel físico, he adelgazado mucho y me siento débil, pero los análisis son perfectos, todo bien, incluso el hierro, de lo que suelo estar baja. Sigo aparentando más joven de lo que soy, y ahora he decidido dejarme el pelo largo, permitiendo que los rizos se formen de nuevo en mi pelo, olvidándome por un tiempo de alisarlo. Estoy volviendo a mi imagen de juventud de pelo rojo, rizado y largo. Ya veremos cuánto dura.</span></p>Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-64077025201902157902023-08-18T15:43:00.004+02:002023-08-20T18:58:27.298+02:00El precio de la fama<p>A raíz del éxito de Barbie, me he fijado en el actor Ryan Gosling, quién había pasado desapercibido por completo para mí hasta ahora. Le había visto en Blade runner 2049, pero su interpretación no me había dicho nada, me pareció demasiado inexpresivo, aunque es cierto que su papel era el de un robot.</p><p>La cuestión es que busqué en Google información sobre sus películas, y por supuesto, apareció la wikipedia, que me contó toda su vida, incluido que su pareja es Eva Mendes, de la que no había visto ninguna película últimamente, con la que tiene dos hijas. También averigüé el motivo por el que no había visto a Eva Mendes en películas recientes y es porque se está centrando en el cuidado de sus hijas.</p><p>Sin embargo, como ahora todas nuestras búsquedas en internet son una referencia para que la red nos envíe informaciones constantes relacionadas con nuestras búsquedas, empezaron a aparecer múltiples noticias de Ryan Gosling en Google y en Youtube, que son las aplicaciones a las que recurro mientras espero en el médico, viajo en transporte público, o intento dejar la mente en blanco e intentar darme un respiro de mi propia vida.</p><p>Decidí descargarme algunas de sus películas para verlas en el aeropuerto y en el avión en mis frecuentes viajes Madrid - Basilea, ya que descubrí que Gosling había recibido numerosos premios y nominaciones, y quizás eso significaba que tenía que darle otra oportunidad y no quedarme sólo con el papel que había interpretado en Blade runner. </p><p>Por el momento, he visto tres de estas películas y no me ha decepcionado, aunque ya empiezo a estar saturada, por lo que me tomaré un respiro. Mi deseo irrefrenable de analizar a las personas mirándolas a los ojos, no cesa aunque interpreten a un personaje que no es ellos. A esto se suma la cantidad de fragmentos que saltaban en Youtube shorts sobre entrevistas que le han hecho, en las que siempre da respuestas divertidas.</p><p>Sin darme cuenta, me sumergí en la vida de este actor, que cuenta con un sentido del humor irónico, y parece tener unos principios básicos de la vida que me parecen muy acertados, como es el de mantener su vida privada y la de su familia al margen de su trabajo, y precisamente, en contra de este punto, me saltó otro vídeo sobre él, que detuve sin poder seguir viéndolo porque me sentía mal.</p><p>El vídeo consistía en una grabación que alguien había hecho sin que él lo supiera mientras caminaba solo por París. Era de noche, muy poca gente por la calle. Él a veces se ponía la capucha de la sudadera para no ser reconocido, pero daba igual, alguien lo estaba grabando, desde no muy lejos. Me sentí como una espía. Sentí que estaba haciendo algo malo, entrando en la intimidad de una persona sin su consentimiento, y cerré YouTube.</p><p>Me recordó a aquella noche en la que vi en persona a Keanu Reeves, uno de mis actores favoritos, en la premiere en Madrid de Constantine. Hace ya muchos años. Él estaba sólo a unos centímetros de mí. Quieto, callado, sólo mirando al grupo de fans que gritaban su nombre e intentaban llamar su atención. Yo formaba parte de ese grupo, pero me había apartado, estaba incluso más cerca de él que las demás, pero estaba callada, tranquila, quieta, sólo observándole, y sintiendo su intranquilidad, su timidez, su postura de no parecer demasiado frío pero a la vez mantenerse seguro, un poco alejado de esas admiradoras que gritaban su nombre. Yo era sólo una observadora, que le daba el espacio que merece como persona. Para mí era suficiente observarle en persona y leer en sus ojos sin una pantalla entre medias, sin la interpretación de un papel de película, sólo interpretando su papel de ser una persona normal cuyo trabajo provoca en otras personas que crean que les perteneces de algún modo y que tienen que hacer cualquier cosa para llamar tu atención. Sentí lástima por él, igual que la sentí por Ryan Gosling viendo aquel vídeo.</p><p>Hace muchos años, en El perverso polimorfo, escribí una frase que había leído, y que era algo así como que una persona famosa es alguien que ha pasado su vida intentando ser conocido, y la otra parte de su vida llevando gafas oscuras para no ser reconocido. </p><p>Realmente, es muy complicado conseguir el equilibrio porque escapa a tu control. Cuando intento ponerme en el lugar de las personas famosas e imagino, por ejemplo, que estoy en un avión, en el metro, en el tren, o paseando por la calle, y que la mayoría de las personas que están a mi alrededor saben cómo me llamo, si tengo pareja, hijos, o a qué me dedico… me siento extremadamente vulnerable y entro en pánico, porque siento que no estamos en igualdad de condiciones.</p>Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-4805231384647429522023-07-09T10:46:00.001+02:002023-07-09T10:46:28.282+02:00HA VUELTO A PASAR...Ha vuelto a pasar...otro pez saltó fuera del acuario. Ocurrió, de nuevo, por la mañana, cuando apagué la luz del salón después de desayunar. Tras apagar la luz, me quedé unos segundos comprobando la temperatura del acuario tropical. Estaba agachada, mirando el termómetro de este acuario cuando escuchñe un ruido seco en el acuario marino. Fue un ruido extrapño, comoun golpe en el cristal del acuaripo, algo improbable provocvado por el skimmer y el filtro. Debía haber hecho ese ruido otra cosa. Fui a mirar. Y le vi...
Vulpinos estaba sobre el cristal que cubre el acuario. Inmóvil. Con sus colores de camuflaje. Me acerqué rápidamente, y sin pensarlo dos veces, le empujé levemente, estaba muy cerca del borde del cristal, unos centímetros más y caería de nuevo al acuario. Toqué sus púas, venenosas, con la mano, y él saltó asustado, cayendo al agua de nuevo.
Esta vez, el pez se salvó. Esta vez las condiciones permitieron que se salvara.
He colocado una red sobre el acuario. No es muy resistente, ya que los huecos que debo dejar libres para el skimmer, filtro, dispensador de comida, ventiladores...no permite que esté sujeta con firmeza, pero al menos, algo hará...Lo que no puede evitar es que mire al suelo junto al acuario o sobre su cristal cada vez que entro en el salón, por si otro pez hubiese saltado.Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-73156282605140813882023-03-09T11:26:00.003+01:002023-03-09T17:32:54.935+01:00El pez dentro del acuario <div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiH6WjxfweAMOFyLB6RN6JaVz8SQDfmKLP2XPbOFVMG6iPeI4TsBJjN2fGnQc2hn_ZgvQ1p8SIKACnqYlxYm03VXat7lq_NHtCPGpigGpZtSdQPicVprDfYGeLqukGbqIvjO6Mg6ymiIU7B3Y9tUcgfcn9oz2o1qCF9gldlbuCyBXS4CJYNIsr5PcEopQ/s374/1678378300167.jpg" style="display: block; padding: 1em 0; text-align: center; "><img alt="" border="0" width="320" data-original-height="273" data-original-width="374" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiH6WjxfweAMOFyLB6RN6JaVz8SQDfmKLP2XPbOFVMG6iPeI4TsBJjN2fGnQc2hn_ZgvQ1p8SIKACnqYlxYm03VXat7lq_NHtCPGpigGpZtSdQPicVprDfYGeLqukGbqIvjO6Mg6ymiIU7B3Y9tUcgfcn9oz2o1qCF9gldlbuCyBXS4CJYNIsr5PcEopQ/s320/1678378300167.jpg"/></a></div>Hace un par de semanas, ocurrió algo que nunca me había pasado en los trece años que hace que tengo acuarios. Uno de los peces del acuario marino saltó fuera, cayendo al suelo.
Era por la mañana, muy temprano. Encendí la luz del salón para preparar la mesa con el desayuno. Había hecho un par de viajes del salón a la cocina, y viceversa, sin percatarme. Cuando lo vi por primera vez, me pareció una hoja de alguno de los potos del salón, pero cuando me fijé, me di cuenta horrorizada de que era uno de los peces, al que llamábamos el unicornio porque tenía algo parecido a un cuerno en la cabeza. Llamé a mi hijo para que me ayudase a meterle de nuevo en el acuario, pero él se quedó paralizado, sin saber qué hacer. Cogí al pez con un papel y me dispuse a introducirle de nuevo en el acuario, pero en el último momento me arrepentí. Pensé que si ya estaba muerto, podría poner en peligro la salud del resto de los habitantes del acuario, dudé y el pez cayó de nuevo al suelo.
Sin pensar, fui a por la bolsa de la basura y allí eché al pez.
Me sentí muy mal durante todo el día porque no podía dejar de pensar que quizás podría haberle salvado. Quizás estaba todavía vivo cuando decidí no meterle de nuevo en el acuario. Me sentí muy culpable. Sentí que le había fallado.
Mis hijos me dijeron que no me preocupase, que seguro que ya estaba muerto cuando le vi, y realmente, tienen razón.
Esta anécdota me enseñó algo más de mí, y es que a veces intento salvar cosas imposibles. Meto el pez en el acuario una y otra vez, a pesar de que siga saltando fuera. Si no lo hago, siento que estoy fallando. No sólo al pez, a mí también. Creo que tengo que aprender a dejar que el pez se quede fuera del acuario, y muera. Al fin y al cabo, fue él quien saltó, aunque no supiera qué consecuencias tendría hacerlo.
Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-72472765763989289822023-01-15T18:46:00.004+01:002023-01-15T18:46:51.591+01:00Aunque a veces no lo parezca, somos libres...Ahora que Shakira está ventilando su ruptura con Piqué a través de sus canciones, en una versión mejorada de las entrevistas en el Hola, pero con más creatividad y rédito económico que los que ofrece el papel couché, es el momento de escribir esta reflexión que, precisamente, lleva tiempo rumiando en mi cabeza.
Lo curioso de esta historia Shakira vs. Piqué es que hay retractores y defensores de los dos bandos, y provoca comentarios de todo tipo en Internet y en los medios de comunicación, demostrando una vez más que el ser humano se debe aburrir mucho y que las vidas insulsas crean espectadores de las vidas ajenas, pero esa es otra reflexión que abordaré en otro momento.
Volviendo a la reflexión inicial, entiendo perfectamente que Shakira se sienta dolida. En una ruptura suele haber una de las partes que no está de acuerdo, pero independientemente de esto, creo que es importante tener claro a estas alturas de la historia,-la historia de la humanidad, no de la historia Shakira vs. Piqué-, que en nuestra sociedad occidental existe algo que se llama "libertad".
Todos somos libres para amar y elegir a la persona con la que queremos compartir nuestra vida, -no olvidemos que la vida es "nuestra", aunque hayamos jurado amor eterno a otra persona-, si una tercera persona aparece en una relación de pareja es porque algo faltaba en esa relación, algo no iba bien, al menos para uno de los componentes de esa pareja, y lo ha encontrado en otra parte.
Tendemos a pensar que nos pertenecen los otros, como si se tratasen de objetos, y algunas personas a pesar de ser infelices, aceptan continuar en esas relaciones, siendo esclavos de su pareja, de los convencionalismos, de los hábitos, del "qué dirán", -queda la tranquilidad que será menos mediático que Shakira vs. Piqué-.
Para terminar, a las personas que se sienten abandonadas... quizás podrían pensar si eran felices en esa relación, si creen que faltaba algo...podrían hacer un poco de autocrítica desde la calma y seguramente encontrarán los motivos que hicieron que el otro se sintiese atraído por otra persona. Pero principalmente, ser consciente de que somos libres para empezar y dejar relaciones.
Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-35181861963396802822022-12-06T14:52:00.003+01:002023-01-01T17:32:54.212+01:00Tropezando en la misma piedraLos humanos somos animales de costumbres. Nos sentamos en los mismos sitios, tendemos a comportarnos siempre de la misma manera, no importa dónde estemos, en el trabajo, en el coche, en el transporte público, con amigos, con las parejas, con nuestros hijos, nuestros padres, nuestra familia en general.
Repetimos patrones, y aunque lo evitemos, volvemos a hacer lo mismo sin darnos cuenta.
En esas estoy ahora...repitiendo patrones, y preguntándome si me he equivocado en mis últimas decisiones. El problema es cuando arrastramos a otros, cuando tú no eres el único imnplicado, y todo tu mundo cambia, y a la vez haces cambiar el mundo de los otros. El efecto mariposa. Tus decisiones desencadenan acontecimientos que hacen tomar decisiones, a su vez, a otros, y sus vidas cambian. Y una vez que has hecho cambiar sus vidas, y la tuya, te preguntas si habrías tomado la decisión equivocada, y te planteas esperar, dar una oportunidad a que las cosas sean diferentes esta vez, pero la base es la misma, y el sentimiento, de tristeza es el mismo que antaño, cuando decidiste cambiar de vida. Otros protagonistas, pero la misma historia, y lo peor es darse cuenta de que tu subconsciente está buscando lo mismo, de nuevo.
¿Cómo corregirnos?, ¿cómo reconducir esos patrones?. ¿Estoy destinado a vivir siempre las mismas situaciones?. Al final, mi teoría juvenil de que la vida es un círculo va a ser cierta.Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-62118793704627757442022-08-30T21:47:00.001+02:002022-08-30T21:47:55.357+02:00LA PAREJA DE BAILE<p>Hace unas entradas, hablé de las fuerzas invisibles que nos empujan y que manejan nuestras vidas sin que nosotros seamos conscientes. http://banduaplace.blogspot.com/2022/05/lo-que-no-vemos.html?m=1 </p><p>Casualidades, coincidencias, que permiten que nos unamos y separemos en nuestras vidas. Compañeros de colegio, de trabajo, vecinos, amigos de amigos... Una cantidad ingente de personas con las que nos cruzamos en la vida. A veces, dos o tres veces en lugares impensables. Todos tenemos anécdotas al respecto. La vida es un baile con todas estas personas con las que coincidimos. Con algunas bailamos más tiempo, otras pasan por nuestras vidas como aquella pareja de baile que te saca a bailar porque está solo mientras sus amigos están bailando con otras parejas. Sólo por no estar solo.</p><p>Otras veces, encontramos una pareja de baile que da los mismos pasos que nosotros, como si se tratara de nuestra imagen en el espejo. Incluso, cuando nos miramos a los ojos, tenemos la sensación de que nos estamos mirando a nosotros mismos, y no sabemos si se trata de nuestra imagen reflejada o si realmente, estamos bailando con una persona tan parecida a nosotros que da miedo...</p>Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-87750860176680383302022-06-12T20:18:00.000+02:002022-06-12T20:18:13.865+02:00SABER DECIR ADIÓS<p>En mi bolso llevo tres pares de juegos de llaves. Las llaves de mi casa, las llaves de la casa de mis padres, y las llaves de la casa de mi pareja. Uno de estos juegos, sobra y será entregado a su propietario en breve, cuando haya recogido la ropa y demás enseres personales que tengo en su casa.</p><p>Efectivamente, he decidido dejar la relación de pareja en la que he estado un total de siete años, contando también los primeros meses en los que aún no se tiene claro qué se quiere de una pareja...al menos, yo no lo tenía claro, pero él menos...</p><p>Por tanto, otro adiós...a veces tengo la impresión de ir dejando un reguero de cadáveres a mi paso...me obligan a sentirme culpable, en cierto modo, de ser yo quien siempre toma la iniciativa de dejar las relaciones que no funcionan. Siempre ha sido así. Siempre he sido yo quien ha dado el paso cuando he entendido que la relación que se mantiene de manera artificial, hace tiempo que podría haber dejado de respirar autónomamente si no estuviésemos ciegos los dos que la componemos, o no queremos verlo, y que por costumbre, por pereza, o por miedo a la soledad, no acabamos de dejar, dejando en el armario un cadáver cuyo hedor es más pestilente cuanto más tiempo pasa.</p><p>Siempre he sido yo la culpable. La "mala", y aunque intente explicar los motivos objetivos por los que esa relación no funciona, es lo mismo, para ellos el motivo siempre es que ha aparecido otra persona en mi vida, aunque eso nunca ha sido cierto.</p><p>Hace más de veinte años, tuve que tomar la decisión de dejar mi primera relación estable duradera. Esa fue la relación en la que más demoré mi decisión. La presión social, familiar y de algunos amigos y algunas amigas, contribuyeron a que la toma de la decisión se alargase en el tiempo, con consecuencias devastadoras para mí...</p><p>Cuando fui consciente de la presión que el entorno hace de manera generalizada, -obviamente, siempre hay excepciones-, a mantener esas relaciones que no funcionan, tomé la decisión de dejarme guiar únicamente por mi criterio a partir de ese momento. El criterio es ser feliz, ser tú mismo, sentirte libre, y a la vez compartir una parte de tu vida con otra persona en la que confías, que te escucha y te apoya de manera incondicional, y por supuesto, puede esperar lo mismo por mi parte.</p><p>Tanto fue así que cuando comencé mi siguiente relación, le hice saber cuál era mi postura sobre esto. "Yo estaré contigo mientras sea feliz y me sienta bien". Él se echó a reír, supongo que creía que siempre podría cumplir esas premisas, pero no fue así, y diez años y dos hijos en común después, ni me sentía feliz con él, ni me sentía bien, ni acompañada, ni escuchada...</p><p>Fue una decisión difícil de tomar porque implicaba reorganizar la vida de dos adultos y dos niños pequeños, pero sólo fue cuestión de tiempo llegar a acuerdos satisfactorios para todos, y mis hijos están creciendo sabiendo que cuando sean mayores y tengan una relación de pareja que no funciona, la mejor decisión es dejarla. No sólo lo piensan, también lo verbalizan , -mi hija de nueve años recomendó que un amigo que está pasando una situación difícil con su pareja se divorciara-.</p><p>Sinceramente, me siento bien sabiendo que mis hijos se sentirán libres para tomar esa decisión.</p><p>Otra cosa fundamental cuando dejamos las relaciones es la culpa, como he mencionado antes. Nosotros nos sentimos culpables por tomar la decisión, la otra persona te hace sentir culpable por tomar la decisión, y en general, todos te señalan como culpable por haber dejado la relación.</p><p>En esos momentos, yo sólo pienso en mí. Pienso en mi vida, pienso si quiero seguir viviendo una vida en la que no soy yo, en la que no me siento bien, y pienso que sólo tenemos una vida. Cuando muera, no quiero que mi último pensamiento sea que viví la vida que otros quisieron que viviera, sino que he vivido la vida que he querido vivir a pesar de las presiones y los convencionalismos, y si las personas a las que dejo creen que las he dejado por otra persona, es que no han entendido nada durante el tiempo que han compartido conmigo.</p><p>En definitiva, creo que deberíamos aprender a decir adiós, a despojarnos de la culpa, a ser nosotros mismos, y a vivir la vida que queremos,. realmente, vivir.</p>Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-87712157340981665162022-05-04T18:51:00.002+02:002022-05-04T18:52:55.252+02:00LO QUE NO VEMOS<p><span face="Arial, Helvetica, sans-serif" style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial; font-size: small; text-align: justify;">Nuestros sentidos perciben una mínima parte de lo que ocurre a nuestro alrededor. La ciencia nos ha demostrado que hay fuerzas o energías, invisibles para nuestra vista, que influyen en cada momento y en cada situación, haciendo que las cosas funcionen en el mundo como lo conocemos.</span></p><p><span face="Arial, Helvetica, sans-serif" style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial; font-size: small; text-align: justify;">En estas fuerzas, incluyo también las conexiones que existen entre los seres vivos y, especialmente, entre los humanos, que como entes similares, se hace más evidente esta conexión.</span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Cada persona tiene una sensibilidad hacia estas conexiones. Quizás, para algunas, pasan desapercibidas. </span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Para otras, pueden sentir y experimentar que existe algo que influye en nuestra vida, pero lo mantienen al margen. </span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Para otras, entre las que me incluyo, estas energías son muy evidentes, quizás en momentos en los que por determinadas circunstancias, estemos más abiertos a experimentarlas, e incluso influyen en nuestra toma de decisiones.<u></u><u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Personalmente, en ocasiones, estas energías se manifiestan en los sueños, o en sensaciones fugaces que encuentran cobijo en nuestro subconsciente, y que permiten que sepas cosas, tengas la certeza de algo, aunque no haya ninguna razón lógica que haya podido llevar a tu consciencia a tener esa evidencia.<u></u><u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La cuestión es cómo estas energías ocultas influyen en nuestra toma de decisiones, y la toma de conciencia de que cada una de nuestras decisiones, por mínima que sea, -hacer un viaje, coger un vagón de tren, salir de copas con tus amigas-, puede determinar el camino por el que discurrirá tu vida.<u></u><u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Recuerdo un tipo de libros que leía cuando era pequeña, en los que en determinados momentos de la historia, el lector podía elegir qué decisión tomaban los protagonistas y, en función de eso, el libro tendría finales diferentes.</span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Me parecía una lección muy interesante para hacer entender a los más pequeños que nuestras decisiones tienen consecuencias. No sólo para nosotros mismos, sino también para nuestro entorno, incluidos nuestros seres queridos.</span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Esta reflexión me ha recordado una circunstancia que se dio hace mucho tiempo y que puede ser representativa de lo que intento explicar.<u></u><u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Tenía unos 21 años o 22 años, y había comenzado una relación de pareja con una persona con la que había conectado de manera especial, tanto mental como físicamente. La relación estaba todavía formándose, y las inseguridades de esas primeras relaciones hicieron acto de presencia cuando me comunicó que se iba un fin de semana al pueblo de un amigo suyo, junto a más personas, incluida una ex novia con la que había dejado la relación poco antes de conocerme.<u></u><u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Como comentaba, mi inseguridad disparó todas las alarmas ante el temor de que en el viaje se reavivara esa relación que acababa de finalizar, y en aquella época todavía no estaba generalizado el uso del teléfono móvil, por lo que hasta el domingo por la noche, que él volvería a su casa, me encontraba con la incertidumbre de qué estaría ocurriendo.<u></u><u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Sin embargo, cuando él me llamó ese domingo por la tarde, además de contarme su fin de semana con todo detalle, también me dijo que no había podido dejar de pensar en mí en ningún momento, pero que donde había tenido sensaciones muy intensas, en las que incluso creía que yo estaba con él, presente de manera física, era en el coche de su amigo con el que habían hecho el viaje.<u></u><u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Se sentía muy desconcertado por esas sensaciones que nunca había sentido, pero yo sí las había percibido en otras ocasiones, y supe por dónde podríamos empezar a buscar la explicación. De esta manera, descubrimos que su amigo era hijo de un compañero de trabajo de mi padre, al que casualmente, mi padre había regalado nuestro viejo coche cuando compró uno nuevo.<u></u><u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Totalmente sorprendente que en la Comunidad de Madrid, donde vivimos casi siete millones de personas, coincidiera que mi padre regalase un coche al hijo de un compañero en el que también viajaría una pareja de su hija, pero ocurrió, y esta persona con la que tenía esa conexión tan intensa, percibió la energía que mi cuerpo dejó en ese coche, después de tantos años de uso. Una sensación tan intensa en la que sentía que yo estaba de manera física en ese momento.<u></u><u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Estas energías están presentes en nuestro día a día e influyen de manera imperceptible en nosotros, que nos sentimos seres tan racionales, pero que en el fondo, sólo alcanzamos a conocer una mínima parte de lo que nos rodea, sin ser conscientes que la mayoría de nuestras decisiones están motivadas por aquello que no vemos.</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><u></u><u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; margin: 0px; text-align: justify;"><u></u> </p>Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-8811002639152074792022-02-10T23:01:00.000+01:002022-02-10T23:01:42.491+01:00El pequeño amigo<p style="text-align: justify;"> - <span style="font-family: verdana;">Emergencias…¿dígame?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">El silencio por respuesta al otro lado de la línea.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">- Emergencias… dígame –el recepcionista insistía. Estaba acostumbrado a que, en ocasiones, se hiciese esperar la respuesta.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">- Hola… por favor, vengan rápido…se ha caído…</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">La débil voz sonaba nerviosa y entrecortada. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">- ¿Dónde se encuentra?. ¿La persona que se ha caído está consciente?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">- No lo sé… vengan rápido…Calle… Hermosilla 12… Tercero A</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">- De acuerdo. Una ambulancia sale para allá.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Cuando el equipo de emergencias llegó al piso, nadie les abrió la puerta. Dentro, el muñeco aún sostenía el teléfono entre sus pequeñas manos. Junto a él, yacía el cuerpo inerte del ventrílocuo.</span></p><div><br /></div>Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-4492978406110738472022-02-05T11:21:00.000+01:002022-02-05T11:21:59.460+01:00Se me hace "bola"<p style="text-align: justify;">Nunca me había gustado comer carne. Recuerdo horas interminables, a partir de los dos o tres años, delante del plato, masticando incansablemente sin ser capaz de tragarme el pedazo de carne. Se me hacía "bola". No me gustaba su textura ni su sabor. Tampoco la del pescado, aunque me resultaba más sencillo masticar y tragar.</p><p style="text-align: justify;">Cuando fui consciente, además, de lo que, realmente, estaba comiendo, mi desagrado por ese tipo de alimento fue todavía mayor.</p><p style="text-align: justify;">Durante mi niñez, no tuve otra alternativa más que intentar negociar con los adultos no comer carne proveniente de mamíferos. De esta manera, la mayoría de la carne que comía era la de pollo. A medida que fui creciendo, y empezaba a pasar temporadas sin supervisión de mis padres, evitaba comer cualquier carne o pescado.</p><p style="text-align: justify;">Sin embargo, la convivencia con mis parejas y la evitación de conflictos, unido a los eventos de socialización, me llevó a buscar un equilibrio entre mis deseos y la fluidez de las relaciones. Por tanto, seguí comiendo carne, -evitando siempre la proveniente de los mamíferos-, y pescado.</p><p style="text-align: justify;">Después de tener a mi segunda hija, coincidiendo con un proceso de cambio de mi vida a otros niveles, decidí eliminar la carne por completo de mi dieta. Un año más tarde, eliminé también el pescado, aunque los eventos sociales se hicieron más complicados, donde irremediable y constantemente, mi decisión dietética era cuestionada por el resto de comensales.</p><p style="text-align: justify;">Un año más tarde después de haber dejado de comer también pescado, cuando hicimos el primer viaje en velero por las Rías Baixas, ante la imposibilidad de alimentarme de otra cosa, volví a comer pescado. Mi cuerpo reaccionó ante la ingesta, con una pesadez intensa en el estómago, que continúo teniendo, cuando como algo de pescado. Hecho que ocurre sólo cuando como con alguien, ya que cuando como sola, sólo ingiero alimentos de origen vegetal.</p><p style="text-align: justify;">La respuesta a la pregunta, tantas veces formulada, de si me encuentro bien sin comer carne, por supuesto que sí. Hace ocho años que no como carne y que he reducido la ingesta de pescado a la mínima expresión, y mi cuerpo está mejor que nunca. Sigo con mi hiperactividad habitual, -tanto física como mental-, mis digestiones son mucho mejores, sin la lentitud y pesadez de cuando comía alimentos de origen animal. Y lo más importante, siento que hago lo que siempre quise hacer, desde pequeña, cuando le suplicaba a mis padres o a mis abuelos, que no me obligasen a comer esos alimentos, sin suerte, debiendo olvidar durante muchos años mi reivindicación.</p><p style="text-align: justify;">La respuesta a otra pregunta recurrente sobre qué les doy de comer a mis hijos, es que mis hijos comen de todo. No quiero condicionarles, y por el momento, no me piden que deje de darles de comer carne o pescado. Es cierto que teniendo en cuenta que de lunes a viernes comen en el comedor del colegio, y que el 50% del tiempo están con su padre, que sí come carne, es prácticamente imposible decidir qué dieta deben seguir. Más adelante, al igual que con la religión, mis hijos tendrán criterio para decidir en qué consiste su dieta. Espero que para entonces, lo tengan más fácil que yo socialmente, y no se les cuestione, ni se les etiquete como excéntricos por decidir no comer animales.</p>Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-76884948543953307812022-01-30T00:04:00.004+01:002022-01-30T00:21:19.626+01:00Amor líquido vs mariposas en el estómago<div style="text-align: justify;">Hace unos años, mi actual pareja y yo tuvimos una crisis que provocó que estuviésemos unas semanas sin vernos, y aunque retomamos la relación, volví a plantearme la fragilidad de los vínculos. Como en otras ocasiones que me he cuestionado las reglas establecidas en la sociedad en la que vivimos, contacté con un amigo y ex pareja, brillante sociólogo y una de las personas que vivió mis dudas sobre el tipo de relación que quería tener. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Él se quedó en la lista que todas y todos tenemos de los "Y si..." Nos conocimos jóvenes. Tuvimos una relación intensamente pasional y dependiente. Para él su primera relación "seria", y para mí una diferente a las ya vividas. Muchas más que él, que sentía inseguridad por si pudiese serle infiel. Yo sentía que no podía darme la relación estable que ya estaba buscando. Nos encontrábamos en momentos vitales diferentes y tuve que tomar la difícil decisión de dejar la relación, que supuso todo un drama para los dos, convirtiéndose en una ruptura interminable porque
volvíamos una y otra vez cuando nos encontrábamos por Malasaña, la zona que frecuentábamos ambos. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Finalmente, una mañana, sentados en un banco de la estación de metro de Aluche, le hice prometer que si volvíamos a encontrarnos por la calle, no podría saludarme. Tendría que comportarse como si no me conociese de nada, para evitar reanudar la relación. Aceptó en ese momento, aunque semanas más tarde, llamó a mi casa, -en aquella época el uso del teléfono móvil no estaba extendido-, pidiendo retomar la relación. Le expliqué que había
conocido a otra persona y no volvería con él. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Años más tarde, algo hizo que me acordase de él y le llamé a casa de sus padres. Ya estaba con la persona que actualmente es su pareja. Me contó la frustración que sufrió intentando encontrar a alguien con quien sentir lo que había sentido conmigo, y que lo había encontrado por fin con la pareja que ya tenía. Me alegré mucho por él, y entendí que mi decisión había sido la correcta, aunque hubiese sido difícil para los dos. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Desde entonces, seguimos en contacto, y es una de esas personas a las que recurro cuando necesito replantearme qué camino seguir. Cuando le conté la
situación con mi actual pareja, me recomendó un libro, <b><i>Amor líquido</i>, de</b> <b>Zygmunt Bauman</b>, sobre la fragilidad de los vínculos humanos, y cómo deseamos estrechar lazos y, al mismo tiempo, mantenerlos lo suficientemente flojos para poder desatarlos rápidamente y sin esfuerzo si las circunstancias cambian. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ante este hecho generalizado, y en el que también he incurrido, tomando siempre la iniciativa en todas las rupturas de pareja, me planteo un nuevo "Y si...", ante la duda de ignorar o no el revoloteo de mariposas en el estómago.</div>Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-83168569024698456982020-03-22T12:18:00.001+01:002020-03-22T12:18:25.620+01:00UNA VEZ MÁS...NO HE CUMPLIDO MI PROMESA<div style="text-align: justify;">
Una vez más...no he cumplido mi promesa. No he escrito una entrada cada día en mi blog, y es que la vida es imprevisible, y hay momentos en los que los acontecimientos nos arrastran y no tenemos más opción que dejarnos llevar.</div>
<div style="text-align: justify;">
El domingo pasado, a estas horas, creía que podría trabajar desde casa, pero esa misma tarde me avisó la coordinadora de la Concejalía para que me incorporase al día siguiente a mi nuevo puesto de coordinadora del Área de Mayores. Esa promoción me la habían ofrecido un par de semanas antes de que la vida, como la habíamos conocido, se parase, y había dicho que sí, con muchas reservas, porque era consciente de que mi marcha de Servicios Sociales iba a dejar aún más diezmado el equipo de responsables, que es el que tiene que estructurar el trabajo de las profesionales.</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando acepté el nuevo puesto no imaginaba que la Directora de Servicios Sociales iba a ser nombrada Directora General de Servicios Sociales y Familias Diversas del Ministerio, dejando su puesto, incluso, antes de que yo pudiera informar a mi equipo de mi partida. Por tanto, coincidieron en el tiempo, los dos puestos vacíos, el mío, como Responsable de Atención Primaria, y el de la Directora de Servicios Sociales, recayendo la responsabilidad de todo el Área, definida como servicio esencial junto con el de sanidad y los cuerpos de seguridad, en dos responsables técnicas y una de administración, personal insuficiente para dar una respuesta rápida, eficaz y coordinada a la organización del teletrabajo de más de setenta personas, procedimientos urgentes de actuación, coordinación con otras áreas del Ayuntamiento y entidades sociales, y responder de manera eficaz a cientos de demandas diarias de apoyo a los colectivos más vulnerables.</div>
<div style="text-align: justify;">
Ante esta situación, la Concejala decidió que asumiera la Dirección de Servicios Sociales mientras durase la crisis y hasta que se sustituyera de manera definitiva a la Directora. </div>
<div style="text-align: justify;">
Asumí el reto. No me asusta trabajar bajo presión. Todo lo contrario, me motiva y mi hiperactividad física y mental encuentra una válvula de escape. No es la primera vez que me enfrento a retos por los que nadie apostaría, pero que finalmente han salido adelante, y no gracias a mí, sino a todas las personas que me han acompañado, que han creído que era posible, que han aportado, sumado, luchado... estoy orgullosa del enorme equipo de profesionales que tenemos en los Servicios Sociales de Móstoles, -celadores, auxiliares administrativas, administrativas, trabajadoras sociales, educadoras, psicólogas, responsables-, porque en esta primera semana de confinamiento hemos sido capaces de organizarnos en tiempo record y en empezar a dar respuesta a todas las personas que lo han necesitado, y así debemos seguir porque esta situación se va a alargar en el tiempo, es una carrera de fondo y lo peor está por llegar, cuando acabe el confinamiento y las personas a las que acompañamos no tengan dinero para pagar las habitaciones donde viven, o los alquileres, ya inflados antes de esta crisis. Todos los Servicios Sociales estamos ante un reto, y de nosotras depende que muchas personas tengan cubiertas sus necesidades básicas durante y el post Covid-19.</div>
Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-21921747736171605692020-03-15T21:32:00.002+01:002020-03-15T21:32:48.586+01:00Trabajamos con el dolor<br />
<div class="MsoNoSpacing">
Trabajamos con el dolor.</div>
<div class="Standard" style="text-align: justify;">
<span lang="DE">Día tras día, vemos
a una persona tras otra, les escuchamos atentamente mientras no dejamos de
pensar en alternativas que puedan aliviar sus vidas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify;">
<span lang="DE">Trabajamos con su
frustración, sus falsas expectativas, sus sueños rotos, el resultado de sus
errores, sus miedos, su frío, su hambre, su impotencia, su desesperación...<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify;">
<span lang="DE">Todo eso nos es
vomitado en cada cita. Cinco, seis, siete...cada día. En sus llamadas
telefónonicas, en sus correos electrónicos. Nos piden ayuda como náufragos que
ya sólo pueden sacar la cabeza del agua, casi ya no se les ve entre las olas,y
nosotras estamos allí pero nuestra barca es demasiado pequeña para todas esas
personas y estamos lejos. No llegaremos a tiempo para salvarles.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify;">
<span lang="DE">Así nos sentimos
cada día. Cuando una mujer nos explica que debe dos meses de alquiler y que no
sabe de dónde sacar el dinero para pagar la habitación en la que vive con sus
dos hijas pequeñas. Cuando un padre nos explica que su sueldo no alcanza para
pagar la hipoteca y dar de comer a sus hijos, y que a su hijo recién nacido, al
que tuvieron que operar del corazón el día siguiente de nacer, no le pueden
pagar la leche especial con la que tienen que alimentarle. Cuando una mujer
mayor, sin hijos, que se desplaza por su casa utilizando una silla de ruedas
vieja, que ya no recuerda si ha comido, ni tiene quien la lleve al médico, y
que sólo recibe llamadas de comerciales, espera desde hace un año a que la
Comunidad de Madrid le asigne plaza en residencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify;">
<span lang="DE">Todas y cada una de
estas personas nos acompañan día a día. Cuando les vemos en el despacho, cuando
hacemos una visita a domicilio, cuando volvemos a casa en el metro, en el
coche, en el autobus, mientras les hacemos la cena a nuestros hijos, y cuando
apagamos la luz de la mesilla para intentar dormir. Nos asaltan en nuestros
sueños, y pasamos las horas nocturnas pensando en posibles recursos o
alternativas, que puedan ayudarles, que les ayuden a sobrevivir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify;">
<span lang="DE">Porque hay muchas
personas que sólo sobreviven. Y están entre nosotras. Más de las que pensamos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify;">
<span lang="DE">En Móstoles nunca
hemos tenido un presupuesto tan elevado para tramitar ayudas económicas, y las
gestionamos generosamente, 2,000, 3,000, 4000 € para pago de alquileres, de
residencias privadas, de hipotecas, de suministros, de becas de comedor, de
alimentación... y no son suficientes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify;">
<span lang="DE">La precariedad
laboral se une al elevado precio de la vivienda, y hay familias que aunque
trabajen, no pueden pagar el alquiler, los suministros, la comida... Lo que
antes se resolvía con un pequeño apoyo, es ahora insalvable tras aplicar todos
los recursos a nuestro alcance.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify;">
<span lang="DE">Las personas, las
familias "han quemado" ya sus redes de apoyo, después de que muchos hayan
tenido que vivir hacinados acogidos en casas de familiares o amigos, esperando
el golpe de suerte que nunca llegó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify;">
<span lang="DE">Vivimos más, y no
con la mejor calidad de vida. Muchas personas están solas. No tienen familiares
o hay conflictos que impiden que alguien pueda ayudarles. Los recursos
públicos, en muchas ocasiones, es lo único que tienen. Y les gestionas ayuda a
domicilio, y teleasistencia, y comida a domicilio, pero no es suficiente porque
a veces el único recurso para una persona que se ha olvidado de vestirse, o ya
no se reconoce en el espejo, o no sabe dónde está, no tiene suficiente con todo
lo que está a nuestro alcance, porque aunque le hagan el aseo al levantarse, se
puede olvidar de ponerse el pañal cuando se vaya la auxiliar, porque aunque le
hayan llevado la comida, se puede olvidar de comérsela, y porque aunque tenga
la teleasistencia, puede dejar el colgante guardado en un cajón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify;">
<span lang="DE">En algunos casos,
pueden acabar ingresadas en el hospital y, de manera desesperada, nosotras
gestionar una plaza de emergencia social en una residencia, y hasta pedir un
ingreso involuntario al Juzgado por si cuando tenga ya la plaza decide no
ingresar, pero aún así, le darán el alta en el hospital, volverá sola a su
casa, y nosotras seguiremos esperando durante meses una respuesta. Es probable
que esa respuesta llegue tarde.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify;">
<span lang="DE">Y nosotras asistimos
a esas situaciones, las vemos, las escuchamos, las sufrimos con ellos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cada vez que llamamos a habitaciones o<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pensiones buscando a la deseperada una
alojamiento para que una familia se cobije del frío, y al otro lado del
teléfono nos dicen "está lleno". Cada vez que sabemos que una persona
mayor está sola en casa y puede que se quede durante días en la cama,
olvidándose de levantarse, olvidando que sigue vivo.<o:p></o:p></span></div>
<br /><br />
<i>Dedicado a todas mis compañeras de Servicios Sociales de Móstoles.</i>Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-78811271072622938532020-03-15T11:07:00.000+01:002020-03-15T11:10:26.011+01:00DÍA 2 DE CONFINAMIENTO<div style="text-align: justify;">
Muchos cambios en todo este tiempo que he abandonado mi blog. En múltiples ocasiones he pensado en retomarlo. He escrito cientos de entradas en mi cabeza, pero por falta de tiempo, por desgana, por desidia, por cansancio...no han llegado a este espacio virtual que antes era mi pequeña ventana al mundo, donde volcaba muchas de mi inquietudes.</div>
<div style="text-align: justify;">
Ha tenido que invadirnos un virus devastador, que nos obliga a un confinamiento físico, para que volviese a retomar este espacio, para lograr que parte de lo que bulle en mi cabeza, pueda expresarse de nuevo en este medio, como el torrente de vapor que sale de una olla exprés.</div>
<div style="text-align: justify;">
En este tiempo ha habido muchos cambios en mi vida. He pasado de constituir una familia nuclear, con dos hijos, a una familia reconstituida, con cuatro hijos, de las mismas edades, dos niños y dos niñas, dos casas, y una organización doméstica compleja, pero flexible y adaptada a las necesidades de todas las personas que la componen.</div>
<div style="text-align: justify;">
Para llegar a este punto, he pasado por una separación, por momentos de soledad querida, por conocer nuevas personas, otras formas de vida, por dejarme llevar, por apostar por una convivencia difícil pero posible, y por compartir mi vida con una persona igual o más flexible que yo, y que sabe que esta situación es temporal, que sólo existe el hoy, que no me comprometo a seguir mañana, y que nos podremos alejar libremente cuando esto no sea el tipo de vida que queramos vivir.</div>
<div style="text-align: justify;">
Mi hijo y mi hija han crecido en esta familia diversa, con un padre y una madre con otras parejas, con otros hijos, aprendiendo a compartir y a convivir. Serán adultos flexibles, respetuosos y sabrán que cuando no eres feliz en una relación, eres libre para decidir dejarla, y estar sola o acompañada, sin culpas, sin complejos y sin miedos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Día 2 de confinamiento. Por fin estoy de nuevo por aquí.</div>
Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-44342575926444988722018-04-29T18:00:00.004+02:002020-12-19T11:41:37.564+01:00YO SÍ TE CREO<div style="text-align: justify;">
Tenía 20 años. </div>
<div style="text-align: justify;">
Cada fin de semana, salía con aquel grupo de amigas y amigos, y para no volver sola hasta mi casa, a más de 20 km. de la zona que frecuentábamos, me quedaba a dormir en casa de una mis amigas. </div>
<div style="text-align: justify;">
A veces, nuestros amigos nos acompañaban y nos quedábamos despiertos hasta por la mañana, comentando anécdotas de la noche o simplemente, hablando de nustras vidas. El ambiente era muy relajado y tranquilo. Ellos nos respetaban. </div>
<div style="text-align: justify;">
Una noche, vino con nosotras también un ex novio de una de mis amigas. No me caía bien. Había algo que hacía que no me fiase, y me provocaba rechazo. En las ocasiones en las que había salido con nosotras, siempre había buscado algún momento para intentar intimar conmigo, y yo siempre le había dado un NO por respuesta.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero aquella noche, él vino también a la casa de mi amiga, con el resto del grupo. Era estudiante de derecho y nos contó que en un par de días le examinarían de una asignatura de penal.</div>
<div style="text-align: justify;">
"- ¿Vosotros qué creéis?, ¿que le echarían más pena a un tío que viola a una tía y luego la mata o que primero la mata y luego la viola?."</div>
<div style="text-align: justify;">
Todas las personas de esa habitación nos quedamos mudas, mirándonos unas a otras, desconcertadas.</div>
<div style="text-align: justify;">
En ese momento, decidí que ya había escuchado demasiadas tonterías por aquella noche, y teniendo en cuenta que el metro ya habría empezado a funcionar, decidí irme a mi casa. Cogí mi bolso y me despedí de todos. A esa hora quedaban despiertos sólo tres o cuatro de mis amigos, y ese personaje, que ya me estaba resultando totalmente nauseabundo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando abrí la puerta de la casa, y salía al descansillo, una mano me agarró con fuerza de un brazo, tirando de mí al interior. Era "el personaje".</div>
<div style="text-align: justify;">
- Dame un beso, -me dijo-. Dame un beso y dejo que te vayas.</div>
<div style="text-align: justify;">
- Déjame en paz, -le dije yo-. Ya te he dicho que no otras veces.</div>
<div style="text-align: justify;">
Conseguí soltarme y salir al descansillo, pero él vino detrás. </div>
<div style="text-align: justify;">
Me agarró del cuello. Muy fuerte, e intentó besarme en la boca. Agaché la cabeza e intenté soltar sus manos, con mis manos. Entonces, él con una mano sujetó mis muñecas, y con la otra, me tiró del pelo, para obligarme a agacharme hasta llegar al suelo. Se tiró entonces sobre mí y comenzó a apretar más mi garganta.</div>
<div style="text-align: justify;">
No podía creer lo que estaba ocurriendo. Me sentí paralizada por el terror, por la sorpresa, y pensé que si no era capaz de reaccionar y repornerme, probablemente, ocurriría algo que no tendría marcha atrás. Así que pensé "¡reacciona!", mientras él tumbado sobre mí, me sujetaba fuerte el cuello con una mano, y con la otra me tocaba. Había subido mi falda y estaba intentando bajarme las bragas.</div>
<div style="text-align: justify;">
Intentaba gritar, pero no podía. Levanté la mirada y vi el timbre de la casa, sólo a unos centímetros por encima de mi cabeza. La única opción que me quedaba, era estirar un brazo y tocarlo. </div>
<div style="text-align: justify;">
Me revolví y conseguí incorporarme lo suficiente para tocar el timbre. Él me cogió la mano, y eso me permitió incorporarme un poco más y volver a tocar el timbre. Me sujetó las manos, pero ya había podido ponerme de rodillas y luchaba por levantarme mientras él me empujaba con fuerza de nuevo hacia el suelo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Salió al descansillo uno de los chicos del grupo. Era el hermano pequeño de uno de nuestros amigos. Debía tener unos dicesiéis o dicesiete años. Se quedó mirándonos en el umbral de la puerta, sin entender qué estaba pasando. Yo le pedí que me ayudase, pero volvió a entrar en casa, yo creía que para avisar a los demás, pero no volvió a salir. Más tarde, me pidió disculpas, creía que estábamos de broma porque no podía entender que me quisieran obligar a hacer algo que yo no quería. </div>
<div style="text-align: justify;">
Aunque este chico no me ayudó, su aparición consiguió que mi agresor desistiera y me soltase. Salí corriendo y bajé con prisa las escaleras, mientras él me llamaba "puta" a gritos desde el descansillo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando llegué a casa, no conté nada a mi familia. Me metí en la ducha y me restregué todo el cuerpo hasta que me dolió. Me sentía sucia por los tocamientos. Sentía miedo por el momento de flaqueza cuando había estado tirada en el suelo, con ese cerdo encima de mí.</div>
<div style="text-align: justify;">
Un par de horas más tarde, mi amiga, la que había sido novia de ese personaje, me llamó por teléfono para que le explicase qué había pasado.</div>
<div style="text-align: justify;">
Parece ser que ese cerdo, después de haberme llamado "puta" a gritos, había entrado en la casa y le había contado a mis amigos lo que había hecho con todo lujo de detalles, jactándose. Mis amigos le echaron de la casa y le dijeron que no querían volver a verle por allí.</div>
<div style="text-align: justify;">
Esa noche volví a salir con mi grupo de amigos, para intentar dar normalidad a mi vida, para que lo que había ocurrido no afectase a mi cotidianidad. Ya me sentía bastante mal, como para quedarme en casa pensando en lo que había ocurrido.</div>
<div style="text-align: justify;">
Mis amigos hablaron conmigo, me pidieron disculpas por no haber salido al descansillo, ya que ninguno había pensado que podría estar ocurriendo algo así. "El personaje" apareció en el sitio donde estábamos, intentó hablar conmigo, intentó disculparse, pero yo no dejé que se acercase a mí, ni mis amigos tampoco. </div>
<div style="text-align: justify;">
Barajé la opción de denunciar, pero pensé que no había pruebas físicas en mi cuerpo que pudieran demostrar lo que había ocurrido. Pensé en los cuestionamientos que sufriría, en las consecuencias con mis padres, que sin duda alguna, limitarían mis movimientos. Así que en ese caso, lo dejé pasar. </div>
<div style="text-align: justify;">
Estos días, tras conocerse la sentencia de La Manada, mi memoria ha desenterrado este incidente, que no fue el único pero sí el primero, en el que sentí miedo por mi vida, y tuve esa sensación que debió sentir esta víctima, de intentar dar a mi vida una normalidad que nunca volvería, porque después de un hecho así, tu vida cambia, y siempre miras hacia atrás en una calle oscura, y te fías de tu instinto de supervivencia para alejarte de las situaciones o de las personas que intuyes te pondrán a riesgo. Pierdes la inocencia. Eres consciente de tus debilidades, y que te sientes sucia cuando te toca alguien que no quieres que te toque. Y que esa suciedad no desaparece con agua. Se queda siempre impregnada en tu cuerpo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Por todo esto, YO SÍ TE CREO.</div>
Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-88950165724262018362014-05-14T10:37:00.001+02:002020-12-19T11:42:49.493+01:00Va por vosotr@s, amig@s.<div style="text-align: justify;">
<span face=""verdana" , sans-serif">Va por vosotr@s, amig@s.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span face=""verdana" , sans-serif">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span face=""verdana" , sans-serif">P</span><span face=""verdana" , sans-serif">or las noches que pasamos en blanco, dándole vueltas a cómo
resolver la situación.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span face=""verdana" , sans-serif">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span face=""verdana" , sans-serif">Por los cientos de correos electrónicos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que nos cruzamos intentando acordar posturas,
buscando la mejor forma de contestar a las personas que nos preguntaban para no
desmotivar…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span face=""verdana" , sans-serif">Por los carteles que nos arrancaban, incluso, delante de
nosotros.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span face=""verdana" , sans-serif">Por las reuniones y asambleas que intentaron boicotear.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span face=""verdana" , sans-serif">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span face=""verdana" , sans-serif">Por las coacciones que sufrieron las madres y los padres que
sólo querían que sus hijos estudiasen en el barrio.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span face=""verdana" , sans-serif">Por el intento de enfrentarnos con los comercios y l@s
<a href="mailto:vecin@s">vecin@s</a>.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span face=""verdana" , sans-serif">Por las veces que nos hemos mordido la lengua para evitar
que las madres y los padres pensaran que todos somos iguales.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span face=""verdana" , sans-serif">Por el boicot a la movilización de educación.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span face=""verdana" , sans-serif">Hoy comienza una nueva etapa, que sin duda, será mucho
mejor, tanto para la educación de nuestr@s hij@s, como para las movilizaciones
de educación en el barrio.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span face=""verdana" , sans-serif">Algun@s os quedasteis por el camino, y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en vosotr@s he pensado a medida que el
proceso llegaba a su fin.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span face=""verdana" , sans-serif">Va por vosotr@s, amig@s.<o:p></o:p></span></div>
Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-27223658105886585942014-03-29T23:05:00.000+01:002014-03-29T23:12:05.983+01:00Reflexiones varias<div style="text-align: justify;">
Copio la segunda reflexión que me hacen llegar. Ésta es de un hombre.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote class="tr_bq">
Como los grandes planteamientos globales afectan a nuestro propio micro
cosmos y a la vida que tenemos establecida. Esa vida en la que nos
embarcamos, en sus diferentes facetas (modelo familiar, trabajo,
ocio...) y en la que creemos tomar las decisiones que tomamos en base a
nuestra personalidad, creencias...<br />
<br />
Aristóteles decía que nuestro alma antes de recibir sensaciones era una
tabla rasa sobre la que no hay nada escrito. Digamos al nacer. Después
en esa tabla se van marcando sensaciones que formarán nuestro
conocimiento. Todos los grandes planteamientos globales que nos rodean,
políticos, sociológicos, culturales (creo que al fin y al cabo todos son
lo mismo) acaban marcando esa tabla que nos condiciona de alguna manera
a modo de guías que no sólo limitan los extremos de nuestro caminó sino
que nos llevan, arrastran por una senda. Llamemos a esa senda Vida.
Ahora bien. ¿Quien escribe en esa tabla? A mi parecer nosotros mismos.
La sociedad nos marca, nos guía, nos influye. Si. Pero somos individuos
con capacidad de discernir y decidir. Esos planteamientos globales nos
marcarán desde que nacemos pero entrados en la edad adulta debemos y
podemos desarrollar la suficiente capacidad critica para que los que
empuñemos el cincel que grabará nuestra tabla seamos nosotros mismos.
Así nos convertimos en ciudadanos activos y dejamos de ser sólo
personas.<br />
<br />
Bien, pues esto mismo lo aplico a la sociedad patriarcal y a los modelos
familiares. He recibido la educación propia de los que nacimos en los
setentas, con sus modelos familiares, he vivido la uniformidad de la
composición de las familias, lo excepcional de conocer a un hijo o hija
de divorciados, la ausencia de la realidad homosexual y los límites de
la vida sexual. Pero también los setenteros hemos vivido un cambio
radical en estas estructuras, cambios que llegaban de una sinergia entre
algunos grupos ciudadanos y determinada casta política, deseosa de
destacar por sus decisiones socialmente progresistas. Se ha avanzado
mucho. Y más que queda por avanzar, mucho.<br />
<br />
Después de estas divagaciones, diré que está en nosotros seguir
perpetuando las estructuras patriarcales o favorecer su desplome. Yo
hace mucho que opté por lo segundo, y en mi vida y en lo que le
transmito a mi hijo ando ahí, inculcándole la heterogeneidad que siento y
que creo que le ofrecerá un mayor espectro de posibilidades a la hora
de tomar las riendas sobre su propia tabla. De lo que quiera escribir. Y
no voy a ir de auténtico. Estoy influenciado, mediatizado y
condicionado por los grandes planteamientos globales, como todos y
todas. Pero cada día intentó sacudir esos prejuicios sociales (bastante
tengo con los míos) para que no determinen mi vida personal.<br />
<br />
Y a este punto quería llegar, yo que ansío formar una familia de las de
siempre. Ardua tarea para un divorciado con un hijo de ocho años. Pero
quiero tener más hijos y convivir con la madre, cosa que nunca he tenido
la oportunidad de hacer. Y no me da miedo querer encontrar a esa pareja
que quiera tener al lado (yo soy muy de pareja que le vamos a hacer) y
que además sienta que es la que quiero que sea la madre de mis hijos. No
se sí llegaré a eso en mi vida, pero se que es mi objetivo, y sé a
ciencia cierta que no es por los complejos planteamientos globales, sino
que responde a un deseo personal. Porque las decisiones las tomo yo en
función de mis posibilidades y de mi entorno influyente. Pero los deseos
son sólo míos y no tienen corsés ni barreras. Ahora toca convertir los
deseos en decisiones. En ello ando.</blockquote>
</div>
Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-46447244932728762302014-03-28T13:48:00.001+01:002014-03-29T23:11:49.134+01:00Al margen de los roles<div style="text-align: justify;">
A raíz de las anteriores entradas en el blog, algunas personas me han hecho llegar también sus reflexiones, y he creído muy interesante publicarlas también en el blog, tras tener su consentimiento. Aquí va la primera, que es de una mujer. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote class="tr_bq">
Es evidente que los roles son sociales y cada género lleva su carga. Si los gays no son aceptados como hombres y pueden ser encarcelados e incluso sufrir pena de muerte es porque su unión desestructura los pilares de la convivencia familiar y esta es básica para mantener, sin cuestionarlos, los sistemas sociales de poder. Quiero decir que para nadie es sencillo asumir la línea de conducta y pensamiento que nos inculcan desde niños y desarrollar al mismo tiempo una rebelión contra ella. Para las mujeres ha sido más fácil porque su situación de sumisión y opresión era, y es, evidente. ¿Cuál es el enemigo del hombre? ¿Contra quién tiene que enfrentarse? Lo tiene peor porque ha de rebelarse contra lo aprendido desde que el hombre se hizo recolector, contra la historia. Puede hacerle la guerra a la desigualdad social o económica porque en ese reparto, injusto, a él le toca la parte menos beneficiada, pero ¿torpedearse a si mismo?<br />
Y si hablamos de la mujer... tampoco ha luchado por hacer un mundo nuevo. Por supuesto que hay que reclamar y exigir la igualdad, pero no para asumir unas leyes sociales basadas en la economía, sea el régimen que sea, y en la familia. Y sin embargo aceptamos el régimen familiar como un axioma irrefutable, con todos los roles que conlleva. Podemos modificar, en función de la necesidad, hábitos como el de limpiar el baño, cambiar los pañales, planchar una camisa o arreglar un enchufe y que cada cual haga lo que más le guste o lo que menos le importe, pero teniendo claro que el contrato está firmado y que cada uno de los miembros de la familia se pertenecen los unos a los otros. Se aceptan rupturas, pero no romper las reglas. Ninguno de los géneros se atreve a romper esas reglas y convivir respetando la libertad del otro, su desarrollo, su evolución, sus nuevas necesidades o ambiciones. No sabemos hacerlo en nuestra vida familiar y lo criticamos en la vida familiar de los otros. Ni siquiera sabemos escuchar cuando los otros son alguien cercano a nosotros. Ni siquiera podemos reflexionar porque las únicas soluciones que encontramos forman parte de la estructura del sistema que tanto nos ahoga. Pensar en ello significa cumplir sus reglas y así es muy difícil hacer la revolución.<br />
No importa el género que tengamos, lo que nos atrapa no es nuestra pareja, es el engranaje social que nos envuelve y nuestra sumisión a él. (Amén de las condiciones económicas, hijos, etc,... pero cuando solventamos esta situación seguimos comportándonos según las normas aprobadas por todos).<br />
Si cada uno de nosotros sacara a la luz todos los deseos y sentimientos que guardamos bajo llave y los pusiéramos en práctica,... no sé qué pasaría, pero el núcleo familiar de esta sociedad tendría los días contados. (O eso espero).</blockquote>
</div>
<br />Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-87358785388002106142014-03-24T14:26:00.000+01:002014-03-24T14:26:47.204+01:00Un reto aún mayor
<br />
<span style="font-family: Calibri;">Hace unas semanas hablaba del
reto que tenemos por delante las mujeres en el necesario cambio de roles.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Sin embargo, para que este cambio
se produzca es imprescindible que el hombre asuma la necesidad de modificar
también su papel.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Cuando las mujeres nos incorporamos
al mundo laboral, comienza a resentirse la estructura familiar tradicional. Los
hombres, en mayor o menor medida, se ven obligados a asumir tareas que
culturalmente habían sido únicamente “femeninas” dentro de ese contrato entre el
conseguidor del alimento y la cuidadora de la familia. Este hecho ya ha sido
suficientemente desestabilizador, pero la actual coyuntura económica y social
está dejando al descubierto un nuevo panorama.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">La falta de empleo está
provocando que el hombre pierda su principal función dentro de ese contrato de
la familia tradicional. Ya no es el que consigue el dinero y los alimentos. En
muchos casos, ningún miembro de la familia puede cumplir ese papel, y en otros
casos, es la mujer quien lo hace.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Esto provoca que el hombre se
sienta frustrado, y en muchos casos, caiga en la depresión, llegando incluso al
suicidio, por no encontrar su lugar ni en la familia ni en la sociedad. De
hecho, los casos de suicidio van en aumento, y no sólo por la falta de empleo,
sino por las consecuencias de la falta de ingresos, que unido al boom del
ladrillo, está provocando que muchas familias se queden literalmente en la
calle. Por tanto, los hombres se encuentran sin empleo y sin bienes, sin la
propiedad privada que comenzó a dar forma a la estructura familiar tradicional,
en la que era necesaria una pareja estable con la que pudiesen tener <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la seguridad de que sus hijos eran de su
sangre, y así poder transmitirles sus bienes cuando falleciesen. En muchos
casos, ya no hay bienes, ni dinero que poder transmitir, aunque la necesidad de
saber que el hijo de su pareja ha sido engendrado por él, sigue estando muy
arraigado culturalmente.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">En definitiva, el hombre actual se
encuentra atrapado por el mismo reparto de roles que mantiene atrapada a la
mujer. El reparto tradicional de papeles es insostenible para ambos, por lo que
es necesario replantearse el modelo y evolucionar hacia otro sistema que se
replantee todo, desde si es necesario que cada miembro de la pareja tenga un
rol definido, hasta si es necesario vivir en pareja. ¿Seremos capaces de asumir
el reto?.<o:p></o:p></span></div>
Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-35065846574725070582014-03-13T13:07:00.000+01:002014-03-13T13:27:55.954+01:00El reto<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnVr9BwJququ5CbIRgn3e9f9BKK7GiR0cG8ad6LOcK-0W-XZHkwcDUcxYnBN7V5CvaBx2f-PqmuP_ECthb_tTUH99OuNa4bZNFbDDD4rvUx9_GGKT3_-UW2_w7d6qC0X31AIeipX3XlIYg/s1600/books.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnVr9BwJququ5CbIRgn3e9f9BKK7GiR0cG8ad6LOcK-0W-XZHkwcDUcxYnBN7V5CvaBx2f-PqmuP_ECthb_tTUH99OuNa4bZNFbDDD4rvUx9_GGKT3_-UW2_w7d6qC0X31AIeipX3XlIYg/s1600/books.png" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Desde hace tiempo, vengo
observando entre las parejas de amigos y conocidos, con los que comparto
características como la edad, -rondando los cuarenta años-, o la situación
familiar –parejas heterosexuales con, al menos, un hijo-, e independientemente
de si la relación está formalizada legalmente o no, que el modelo de “familia
tradicional” que culturalmente está generalizado, es insostenible.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Numerosos autores, como Rafael
Manrique (Sexo, erotismo y amor. Complejidad y libertad en la relación amorosa)
o Cristopher Ryan y Cacilda Jethá (En el principio era el sexo. Los orígenes de
la sexualidad moderna. Cómo nos emparejamos y por qué nos separamos), exponen
en sus obras el origen de la relación de la pareja monógama, una relación que
arrastramos culturalmente desde hace milenios y que actualmente aún vivimos
como la habitual, dejando patente que no es más que un “acuerdo” que tomamos
como especie<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en un momento determinado
de la historia. Resumiendo mucho las teorías que exponen en sus obras, este
acuerdo consiste en que el hombre es quien se encarga de buscar el sustento
fuera del hogar –la caza, el salario…-, y la mujer se encarga del cuidado de
los hijos y hacer las labores cotidianas que mantengan el hogar en condiciones
aceptables.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Este “contrato” se ha ido modificando
a lo largo de la historia. En la actualidad, en un país como España donde aún
continúa fuertemente arraigada la conciencia del nacionalcatolicismo vivida y
sufrida durante la dictadura, aún es mayoritaria la idea de que la situación
ideal es tender a la familia tradicional compuesta por madre, padre e hijos
fruto de esa relación. Sin embargo, la realidad nos está mostrando que aunque
mayoritariamente cuestionadas, cada vez es más habitual las formaciones de
familias monoparentales, reconstituidas, o formadas por parejas de miembros del
mismo sexo.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">También comienza a ser habitual
que muchas personas decidan vivir solas, evitando formar ningún tipo de vínculo
familiar, sin ser estigmatizadas por ello.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">¿Qué es lo que está ocurriendo?.
Desde mi punto de vista, y teniendo en cuenta las teorías de los autores antes
mencionados, el “contrato” establecido tácitamente desde hace milenios, hace
aguas porque una de las partes, la mujer, ha decidido romperlo, pese a la
fuerte resistencia de la sociedad patriarcal y machista en la que vivimos.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Cuando la mujer se incorpora al
mundo laboral, su rol cambia radicalmente, obligando también a que el hombre
asuma que es necesario modificar su rol. Es decir, la mujer ya no puede
dedicarse 100% al cuidado de los hijos y las labores domésticas porque,
sencillamente, no hay tiempo material para todo. Es cierto, y ahí nos
encontramos muchas mujeres de mi generación, que han sido muchos siglos de
sometimiento y llevamos grabado en el ADN que la responsabilidad familiar y
doméstica es nuestra. Por este motivo, aunque la teoría la tengamos clara,
muchas mujeres, entre las que me incluyo, soportamos mucha más carga de trabajo
que nuestras parejas hombres. Tampoco olvidemos que los hombres llevan grabado
en su ADN que su principal objetivo es la búsqueda de sustento fuera del hogar,
por este motivo, aunque ellos también “intenten” en algunos casos participar en
el cuidado de los hijos y en las tareas domésticas, en muchas ocasiones, esta
carga de trabajo no se reparte al 50%.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Estando en este punto, nos sentimos agotadas
y desbordadas por la carga de trabajo, sintiéndonos frustradas con nuestra vida
y la pareja que elegimos en su día, coincidiendo con la etapa de desenamoramiento
que es “normal” fisiológica y químicamente, planteándonos en muchos casos que
la relación contractual no nos compensa.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Mientras, nuestras parejas
hombres se sienten desconcertados. No entienden nuestra frustración, o rebelión
cuando somos capaces de verbalizar lo que nos ocurre. No saben cómo abordar la
modificación del contrato, o se resisten a ello.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">A esta situación se suma otra
circunstancia más práctica y menos ideológica. La organización familiar y
doméstica establecida bajo la premisa de la familia tradicional. Nos
encontramos con que nos hemos comprado una casa en la que hemos contado con dos
sueldos para poder pagar la hipoteca, nos hemos organizado para que uno deje a
los niños en el cole y el otro se encargue de recogerlos, hemos repartido las
vacaciones para que los niños siempre estén atendidos durante sus descansos escolares…
En definitiva, los dos miembros de la pareja somos necesarios para poder
mantener el estatus y organización familiar y doméstica. Si a esto sumamos las
circunstancias en las que la actual crisis nos está sumiendo, el panorama es
desolador.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">A todos estos ingredientes
debemos sumar la presión social y familiar, que como comentaba antes, aún está
muy impregnada de los rancios valores que nos insuflaron durante la dictadura,
donde lo habitual era que la mujer fuese sumisa y aguantase todo lo que su
marido quisiera hacer con ella. Aún es habitual encontrar a personas de mi edad
que valoran como inmorales determinados comportamientos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sexuales o afectivos, principalmente entre las
mujeres, sólo porque no son los habituales. Es decir, aún en personas de mi
edad, de ambos sexos, hay mucha represión consciente e inconsciente. Cuando son
las familias las analizadas, la situación se complica, principalmente porque
nuestros progenitores mamaron el nacionalcatolicismo y han vivido parte de su
vida bajo su yugo. De este modo, puede ser habitual que sea mal visto por sus
padres que una hija decida separarse o divorciarse.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;">Con este cóctel nos encontramos en
la actualidad, que creo que es un momento crucial para que las mujeres tomemos
conciencia de nuestras posibilidades, que nos empoderemos, y que iniciemos el
cambio a una sociedad completamente distinta en la que la igualdad sea una
realidad y no una utopía. En otras palabras, debemos ser capaces de creernos
que somos cazadoras-recolectoras al igual que los hombres, que nada nos lo
impide, salvo nuestro ADN, la presión social, la organización familiar, y la
resistencia del hombre. Todo un reto.<o:p></o:p></span></div>
Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-2652821512645590882013-08-03T19:55:00.000+02:002013-08-04T23:36:30.037+02:00Hay alternativas a la beneficencia<div style="text-align: justify;">
La situación de emergencia que estamos viviendo está propiciando que resurja la beneficencia, algo que los profesionales de lo social habíamos logrado erradicar casi por completo, quedando reductos como las bolsas de alimentos que se daban desde las parroquias o Cruz Roja.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sin embargo, estamos asistiendo en los últimos años, a la proliferación de este tipo de ayudas, basadas únicamente en la caridad y beneficencia y que no hacen más que perpetuar la probreza y estigmatizar a las familias que necesitan ayuda, creando un sistema perverso en el que los menores aprenderán a ver con total naturalidad que la comida se la proporcionen entidades benéficas o directamente, comer en comedores sociales, donde se pierde el hábito de algo tan normalizador como comprar, gestionar tus propios alimentos, cocinar y comer con tu familia. Y es que este tipo de recursos no sólo crean una dependencia extrema a sus usuarios, sino que además, los menores interiorizan la beneficencia como algo normal.</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Se dan varias circunstancias para que este tipo de recursos proliferen:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- La primera es la necesidad de muchas familias. Un alto porcentaje de familias que una vez agotados la prestación de desempleo y los subsidios, carecen de ingresos o éstos son mínimos. La situación empeora si además tienen hipoteca o pagan alquiler.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- Los servicios sociales municipales, que es el recurso que debe apoyar a estas familias, se ven desbordados por el aumento de usuarios, coincidiendo además con la reducción de su presupuesto y con la demora en más de un año, por parte de la Comunidad de Madrid, de la concesión de la Renta Mínima de Inserción, que en la mayoría de los casos, sería la única prestación a la que pueden acceder las familias.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- Las entidades que ya practicaban este tipo de ayuda, Cáritas y Cruz Roja se encuentran desbordadas por el gran número de personas que solicitan alimentos, y otras entidades, en muchos casos cercanas a la Iglesia, comienzan a hacerse un hueco. También algunos ayuntamientos, gobernados por el PP, comienzan a utilizar este tipo de recursos como propaganda electoral. Es decir, por un lado, nos sumen en la pobreza, y por otro, utilizan los recursos caritativos como panfleto político. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- La solidaridad de muchas personas que quieren ayudar desinteresadamente, y no saben cómo hacerlo, son captadas por este tipo de organizaciones, o incluso, se organizan entre ellos para recoger alimentos o hacer voluntariado en estos comedores sociales, sin plantearse si esta es la forma de ayudar más adecuada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<b><br /></b>
<b>Analicemos este tipo de recursos</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Las bolsas de alimentos que se donan desde Cáritas o Cruz Roja,
principalmente, se componen de productos no perecederos como pasta,
arroz, galletas, legumbre... y nunca o en muy pocas ocasiones, de
productos frescos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En este sentido, los comedores sociales, suplen este handicap, ya que se pueden consumir productos frescos, pero implica un enorme gasto (alquiler de un espacio grande, personal, proveedores) que si se destinase al 100% al coste de alimentos frescos y no perecederos podría ayudar a mucha más gente. Por otro lado, en la mayoría de los casos, estos comedores sólo dan una comida al día, por lo que no son suficientes.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En definitiva, tanto un sistema como otro, además de estar basado en la beneficencia y en la caridad, de perpetuar la pobreza, de crear dependientes sociales y estigmatizar a las familias, ni cubren las necesidades básicas ni son efectivos, sirviendo en muchos casos, como panfleto político, como fuente de ingresos de entidades religiosas católicas o como "limpiador" de conciencias.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Cómo podemos ayudar</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Al margen de que las bolsas de alimentos y los comedores sociales no sean los mejores recursos, es cierto que existe una grave situación de necesidad y que hay personas que quieren ayudar desinteresadamente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En primer lugar, creo que tanto profesionales, como la ciudadanía debemos exigir a la administración la puesta en marcha de verdaderas políticas sociales, de vivienda, de educación, de sanidad y de garantía de ingresos. Tener el convencimiento de que la implantación de estas medidas es lo único que puede suplir la situación en la que nos encontramos y que hay dinero para ponerlas en funcionamiento, y que son razones ideológicas las que impiden su desarrollo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En segundo lugar, mientras estas políticas no se implanten, creo que los profesionales de lo social, debemos ser los que encaucemos adecuadamente la solidaridad de las personas que quieren ayudar, en lugar de apoyar o impulsar la creación de este tipo de recursos. Es nuestra labor desarrollar un trabajo comunitario en el que confluyan ambos intereses sin tener que recurrir a la beneficencia. Cada municipio o barrio tiene sus peculiaridades y es necesario un estudio previo para valorar cuál podría ser el proyecto más efectivo, pero un ejemplo es el siguiente:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- Las personas que quieren apoyar pueden hacerlo con tiempo o con dinero.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Algunas personas pueden encargarse de visitar los comercios del barrio para informarles de la iniciativa y localizar los que quieran participar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Se hará un listado de comercios colaboradores, que se publicarán a través de una web y de dípticos, además de los periódicos locales, publicitando estos comercios que se comprometerán a su vez, a abaratar los precios para las familias que necesitan ayuda. También se podría utilizar una pegatina identificadora de comercio colaborador.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- Las personas que necesitan ayuda acudirán a los comercios colaboradores donde podrán realizar la compra sin coste alguno. Portarán una tarjeta en la que figure el coste total que podrán hacer al mes en ese establecimiento, donde se irá apuntando el importe de cada compra. La familia guardará los tickets para aportarlos al final de mes a la persona encargada de la gestión.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- Una persona se encargará de entrevistar a las familias que necesitan ayuda, así como de gestionar el dinero que se vaya donando, de abonarlo a los comercios a final de mes y de comprobar las compras con los tickets que le proporcionen las familias.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- Se establecerá una cuantía por familia, en función del número de miembros y tipología, para comprar en los comercios colaboradores, donde habrá, al menos, una frutería, una carnicería, una pescadería, una panadería y una farmacia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
De esta manera, las familias que precisan ayuda pueden ir a comprar, gestionar sus propios alimentos, cocinar y comer en su casa, como hacen el resto de familias. Sin ser estigmatizadas y manteniendo los hábitos básicos. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A su vez, se fomenta y apoya el comercio de barrio, tan maltratado y agredido por las grande superfícies, y se encauza la solidaridad de las personas que quieren ayudar, fomentando el trabajo en red y el desarrollo comunitario.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Esto es simplemente un ejemplo, un punto de partida para la reflexión, tanto para los profesionales como para las personas que quieran ayudar. Hay alternativas a la beneficencia.</div>
Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5426629785403231983.post-72854477045985041552013-08-03T13:38:00.000+02:002013-08-03T13:38:26.043+02:00Carta de una trabajadora social<br />
<div align="JUSTIFY" class="western" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.35cm;">
En estos últimos meses, los profesionales de Servicios Sociales
estamos asistiendo al desmantelamiento del modelo que tanto esfuerzo
ha costado construir, y que aun no cumpliendo con las expectativas,
tanto económicas como técnicas que los profesionales de lo social
creíamos necesarias, sí habíamos asistido a cierta estabilización
y consecución de algunos logros sociales, que actualmente, van
cayendo como un castillo de naipes.</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Hemos pasado del tiempo de bonanza, en el que:</div>
<ul>
<li><div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Se
apostaba por la contratación del personal necesario, por lo que se
podían realizar intervenciones sociales en profundidad, donde cada
usuario disponía del tiempo y de los recursos técnicos necesarios
para poder desarrollar un plan de intervención óptimo y adecuado a
sus necesidades.</div>
</li>
</ul>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 1.27cm;">
</div>
<ul>
<li><div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Se
creaban nuevos proyectos especializados como puntos de encuentro,
servicios de mediación familiar, programas específicos de empleo
para personas con diversidad funcional, programas de inserción
social para personas en situación de calle, alojamientos temporales
para situaciones de emergencia, programas especializados en la
intervención con familias acogedoras de menores… y, en general,
todas las necesidades que se detectaban desde los servicios sociales
municipales.</div>
</li>
</ul>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 1.27cm;">
</div>
<ul>
<li><div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Se
aprobó la Ley de Dependencia y ésta, aunque con distinta
intensidad y mayor o menor acierto, fue siendo asumida por las
Comunidades Autónomas.</div>
</li>
</ul>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 1.27cm;">
</div>
<ul>
<li><div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Las
personas que no contaban con recursos económicos suficientes podían
acceder fácil y rápidamente a la Renta Mínima de Inserción, que
además ya se había reconocido como derecho en la Comunidad de
Madrid con la aprobación de la Ley 15/2001, de 27 de diciembre.</div>
</li>
</ul>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 1.27cm;">
</div>
<ul>
<li><div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Los
presupuestos para ayudas económicas eran suficientes para cubrir
las necesidades de todas las personas que acudían a Servicios
Sociales.</div>
</li>
</ul>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 1.88cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.35cm; text-indent: 1.25cm;">
En definitiva, durante un tiempo, los profesionales de Servicios
Sociales fuimos viendo cómo las reivindicaciones sociales que
llevábamos años solicitando iban lográndose, y las personas que
acudían a Servicios Sociales disponían de los recursos necesarios
para solucionar las situaciones de dificultad que atravesaban.</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.35cm; text-indent: 1.25cm;">
Sin embargo, cuando se comienza hablar de crisis, los profesionales
comenzamos a ver que desde donde empieza a recortarse es,
precisamente, en los presupuestos destinados a las personas más
vulnerables de nuestra sociedad, encontrándonos en la actual
situación:</div>
<ul>
<li><div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Hemos
visto cómo primero, aunque el número de población atendida seguía
creciendo, se dejó de contratar a personal. Por el contrario, no se
cubren las bajas, se han ido amortizando plazas y se ha ido
despidiendo a personal eventual, poco a poco, en un goteo constante
pero lo suficientemente discreto para evitar movilizaciones por
parte de los trabajadores.</div>
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Los
proyectos especializados han ido desapareciendo o dejándolos en su
mínima expresión, reduciendo personal y presupuesto. También se
ha buscado la discreción, en muchas ocasiones, con el beneplácito
de las empresas que los prestaban, ya que la mayoría de estos
servicios estaban conveniados o concertados con ongs o empresas. Es
decir, la privatización de los servicios sociales públicos es una
realidad desde hace años, y ha sido bendecida y amparada por
partidos políticos de todos los colores. De esta manera, cuando las
cosas fueron bien, era rápido y sencillo crearlos, y ahora que las
cosas van mal es fácil desmontarlos, teniendo en cuenta que el
personal no depende directamente de las entidades locales.</div>
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</ul>
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La
Ley de Dependencia ha ido desvirtuándose poco a poco, primero con
la lentitud, confusión, o incluso, oscurantismo con la que se ha
ido implantando, y después con las sucesivas modificaciones a la
que la han ido sometiendo. Actualmente, el baremo se ha recortado de
tal manera que debes ser un gran dependiente para que se te
reconozca el derecho. Además, ha traído consigo un cambio de
modelo, consistente en que las prestaciones técnicas (ayuda a
domicilio o teleasistencia) que antes se prestaban por parte de las
entidades locales, subvencionadas en parte por las comunidades
autónomas, han dejado de ser subvencionadas y son las entidades
locales las que asumen en solitario el coste de este servicio si la
persona no tiene reconocida la dependencia y asignado ese recurso.
Esta situación ha provocado que desde las entidades locales se
hayan tomado medidas que pueden ir desde la supresión de estos
servicios, a la reducción de horas, o al aumento de la aportación
de las personas usuarias con más recursos económicos. En muchos
casos, personas que hasta ahora contaban con este servicio, se han
quedado sin él, y a expensas de que se les reconozca el recurso a
través de la ley de dependencia, que ya se ha señalado antes que,
por otro lado, ha endurecido su baremo, con la posibilidad de que
estas personas se queden definitivamente sin posibilidades de este
servicio, salvo que lo paguen a una empresa privada, que por otro
lado, están proliferando ante esta situación.</div>
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<li><div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.35cm;">
La
Renta Mínima de Inserción se ha convertido en el último año en
una quimera para las personas que no cuentan con recursos
económicos. Esta prestación, reconocida por Ley, y subsidiaria de
las prestaciones de desempleo, subsidios o pensiones, es decir, a la
que se recurre cuando se han agotado todas las demás prestaciones y
se carece de cualquier tipo de ingreso o éste es mínimo, hace dos
años, desde que se recopilaba la documentación desde las entidades
locales y se concedía en la Comunidad de Madrid, podía tardar como
máximo, tres meses. Sin embargo, desde hace algo más de un año,
este tiempo se ha extendido en algunos casos hasta en quince meses,
a través de interminables requerimientos a las familias de
documentación ya aportada o de aclaración de situaciones que no es
posible demostrar documentalmente, dada la casuística y
características de las familias que se encuentran en la situación
de total carencia de ingresos. Esta demora provoca una situación de
indigencia y total indefensión de estas familias, a las que se
apoya de la mejor manera que podemos desde servicios sociales, que
en muchos casos, se tiene que limitar, por lo que se explicará en
el punto siguiente, a recursos meramente caritativos (albergues,
comedores sociales, bolsas de alimentos…)</div>
</li>
</ul>
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<li><div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Además
de que los presupuestos destinados al trámite de las ayudas de
emergencia de los municipios se han visto drásticamente recortados,
en la mayoría de los casos, estas ayudas no se pueden tramitar por
una sencilla y dramática situación, y es que las personas que
necesitan estas ayudas, antes de quedarse sin comer o dejar de pagar
su vivienda, optaron por no pagar los impuestos municipales, o por
dejar de pagar a Hacienda o a la Seguridad Social. Esto implica que
desde la administración no es posible concederles ayudas
económicas, aunque sean de subsistencia, ya que la Ley 38/2003, de
17 de noviembre, General de Subvenciones, nos lo impide.</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Esta situación hace que nos encontremos con la paradoja de que
aunque los presupuestos para ayudas de emergencia, hayan sido
reducidos en los municipios, acaba sobrando dinero porque,
sencillamente, la gente que lo necesita no puede, por ley, acceder a
estas ayudas. </div>
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</ul>
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<div align="JUSTIFY" class="western" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.35cm; text-indent: 1cm;">
Sin embargo, la dramática situación que acabo de describir, que es
la que nos encontramos en el día a día de nuestro trabajo, no es
nada comparado con la que empieza a vislumbrarse con la modificación
de la Ley Reguladora de Bases de Régimen Local, que deja a los
Servicios Sociales municipales, actuales prestadores de estos
servicios, en meros evaluadores, que únicamente tendrán
competencias en atender situaciones de emergencia. Es decir, los
esfuerzos destinados en los últimos treinta años a que las personas
fuesen atendidas desde la administración más cercana, pudiendo dar
una respuesta rápida, ágil y eficaz a su situación, son borrados
de un plumazo, retrocediendo a un modelo franquista en el que lo
único que hay cerca del ciudadano es la caridad y la beneficencia.</div>
<div align="JUSTIFY" class="western" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.35cm; text-indent: 1cm;">
Los profesionales de los servicios sociales nos encontramos aterrados
ante la nueva situación, no porque en la mayoría de los casos
supondrá la pérdida de nuestro puesto de trabajo, sino porque no
sabemos qué va a ser de las personas que atendemos día a día, con
las que llevamos interviniendo hace años, y sabemos que sin nuestro
apoyo, en muchos casos dadas las circunstancias, meramente técnico,
van a terminar de hundirse.
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<div align="JUSTIFY" class="western" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.35cm; text-indent: 1cm;">
Nos sentimos aterrados porque parece que somos los únicos que
ponemos cara y nombre a las personas que incrementan las cifras del
paro y que ya se han quedado sin ningún tipo de colchón; a los que
se quedan sin techo; a los que se quedan sin pan para alimentar a sus
hijos; a los abuelos y abuelas que se quedan solos en casa esperando
un centro de día, una residencia, un servicio de ayuda a domicilio
o una teleasistencia que nunca llegará; a los dependientes que
esperan que en algún momento se cumpla esa ley con la que les han
engañado. En definitiva, escuchamos el grito de los invisibles, de
los que les han despojado de todo y que ya no tienen ni fuerzas para
luchar por lo que es suyo.</div>
Banduahttp://www.blogger.com/profile/07310576369018282384noreply@blogger.com0