domingo, 7 de diciembre de 2025

LEER


- Me dejaste en visto, -reprochó.

Guardé silencio. No quería decirle que tuve que hacerlo. Su mirada en la foto, sentado en un banco, me había dado suficiente información, como para saber la intensidad de lo que habría entre nosotros. No era el momento. Yo no estaba preparada. Él tampoco.

Semanas más tarde, comprobé que mi intuición no había fallado. La conexión fue instantánea. Tanta conexión que asusta. Conversaciones en las que los dos estamos pensando lo mismo. Demasiado parecidos. 

El perfil de nuestras anteriores parejas no deja lugar a dudas, y nuestro comportamiento con ellas, tampoco. Él habla más que yo. Mis preguntas son precisas. Leo en él más de lo que cree.

Nunca he llegado a este punto con alguien tan parecido a mí. Reconozco que me conoce. Ha captado mi esencia en su dibujo. Incluso, mi pelo negro en lugar del pelirrojo con el que me conoció. Quizás, él también lee en mí más de lo que creo.

No hay comentarios:

Mamás y Papás: Una realidad que no debemos olvidar...

Una joya en el corazón de Madrid