jueves, 4 de septiembre de 2008

Kafka en la orilla


He terminado el tercer Murakami. Y tengo dos más esperándome... Estoy totalmente enganchada a las novelas de este escritor, y espero que tanta creatividad, imaginación, fantasía, magia, deseo, dolor... no afecte a mi futuro bebé.

Kafka en la orilla te engancha desde un principio, entrecruzando dos historias que parecen muy distintas. Acompañamos a los personajes, alternando una y otra historia. Cualquiera que haya leído algo de Murakami, imagina desde el principio quién es el chico llamado Cuervo, y quién es el niño que no despierta del coma colectivo de la montaña del bol.

Puedes ir intuyendo cómo puede ir la historia, qué tiene que ocurrir para que, al fin, estos dos personajes se encuentren.

Los personajes "secundarios" son tan interesantes como los protagonistas. Está escrito de tal manera, que penetras en el interior de esas personas, llegando a tener la impresión de que son personas de carne y hueso con las que has llegado a entablar una relación.

Sigue sorprendiéndome cómo es capaz de sumergirte en lo extraordinario, en lo fantástico, de tal manera, que acabas pensando que lo más normal es que alguien hable con los gatos o haga llover peces.

Sin duda, su lectura es un viaje a tu subconsciente. Antes de que te des cuenta, ya estás dentro. Como en un cuadro pintado hace años, que te hace creer que eras tú el retratado.

Por cierto, Kafka escucha a Radiohead.

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