- Emergencias…¿dígame?
El silencio por respuesta al otro lado de la línea.
- Emergencias… dígame –el recepcionista insistía. Estaba acostumbrado a que, en ocasiones, se hiciese esperar la respuesta.
- Hola… por favor, vengan rápido…se ha caído…
La débil voz sonaba nerviosa y entrecortada.
- ¿Dónde se encuentra?. ¿La persona que se ha caído está consciente?
- No lo sé… vengan rápido…Calle… Hermosilla 12… Tercero A
- De acuerdo. Una ambulancia sale para allá.
Cuando el equipo de emergencias llegó al piso, nadie les abrió la puerta. Dentro, el muñeco aún sostenía el teléfono entre sus pequeñas manos. Junto a él, yacía el cuerpo inerte del ventrílocuo.
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