martes, 14 de octubre de 2008

Mi barriga y yo


El ginecólogo fue tajante. La única manera de no seguir empeorando de la anemia era el reposo. Aún así, me empeñé, y después de mejorar de la gastroenteritis, le pedí a la doctora del Centro de Salud que me diera el alta durante unos días para intentar encauzar algunos temas en el trabajo. No le pareció buena idea, y tanta presión, me pudo y me eché a llorar. "Normalmente, soy yo quien está al otro lado de la mesa cuando alguien llora", le dije mientras me daba un pañuelo de papel. Le expliqué que, moralmente, no me quedaría tranquila si no volvía unos días más al trabajo, y accedió.

Mi intención era seguir trabajando un par de semanas más. Aguanté dos días. El lunes, cuando me levanté para ir a trabajar, me duché y vestí a duras penas. Las taquicardias se dispararon. Dejé de oír, de ver, y las piernas se me doblaban. Me senté en la cama durante unos minutos, pero era inútil. Mi cuerpo no respondía. Así que me rendí a lo evidente. No podía ir a trabajar.

Por la tarde, cuando fui al médico, mi cuerpo se había ido acostumbrando al movimiento, y aparcando el coche frente al Centro de Salud, pude ir hasta la consulta.

La doctora sonrió cuando me vio entrar en el despacho. Me dijo que se veía en la cárcel por no haberme querido coger la baja antes.

Hoy es mi segundo día en casa. He estado entretenida: han venido mis padres, me han llamado amigas y compañeras de trabajo, he estado prácticamente todo el día conectada a internet, y poco a poco, haciendo muchas paradas, he podido recoger la cocina y la habitación.

Tengo la impresión de que me costará acostumbrarme a estar tres meses en mi casa, acompañada de mi barriga, pero voy asumiendo que no me queda más remedio.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ME ALEGRO POR TI Y POR TU BARRIGA, que tiene un nombre y ya es tu bebé.
Igual Adria es tan listo que ya reclama toda la atención de su mama y la está preparando para que los dos disfruten juntos de esta aventura.

Besos. Carmen.

PD. como en este aventura sois tres, hay un librito muy majo de JOAN BARRIL, que se titula CONDICION DE PADRE, en Aguilar, por si os apetece.

Marisa dijo...

Mira por donde, ni lo que tu te has permitido, -DESCANSAR DE LA LOCA CARRERA DIARIA- viene un niño y dice: "mamá para un poquito, cuídate, porque tu también existes" ¿quién te lo iba a decir?, pues ese niño que va a tener toda la fuerza y vitalidad de su madre.
Besos y tranqui, que la vida es larga y tres meses solo un suspiro...
Marisa

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Una joya en el corazón de Madrid